Shamir Fernández, candidato de Morena para la alcaldía de Torreón, Coahuila, se encuentra en el centro de una polémica debido a serias acusaciones relacionadas con la simulación de una postulación de cuota LGBTQ+ y el uso indebido de las leyes electorales con fines políticos.
El epicentro de la controversia es la designación de Manolo López, operador político local, como candidato a regidor por el Partido del Trabajo (PT) bajo la categoría de Grupo Vulnerable de la Comunidad LGBTQ+. Cabe destacar que López no pertenece a dicha comunidad, lo que ha generado una fuerte reacción de colectivos LGBTQ+ y organizaciones de derechos civiles.
Diversos grupos que abogan por la igualdad han expresado su descontento, señalando que la acción de Shamir Fernández representa un retroceso significativo y una burla a las normas electorales. Noé Ruiz Malacara, presidente de la organización civil San Aelredo, dedicada a la defensa de los derechos LGBTQ+, condenó estas prácticas.
Asimismo, indicó que este tipo de comportamiento evidencia que ciertos políticos y partidos carecen de un interés genuino en la inclusión, utilizando las normas únicamente para su beneficio.
Ruiz Malacara destacó también la negación de una representación auténtica para las personas LGBTQ+, quienes aseguró, merecen una voz genuina en el proceso electoral.
Paralelamente, Shamir Fernández se encuentra en el registro de deudores alimentarios en el Estado de Coahuila. La ley establece que ningún deudor alimentario puede contender por un puesto de elección popular. No obstante, Fernández figura en el Registro Estatal de Deudores Alimentarios, lo que implica que no cumple con las obligaciones de pagar la pensión alimenticia, la cual cubre necesidades básicas como alimentos, educación, salud y vestimenta de sus hijos.
Esta situación suscita serias preocupaciones sobre su idoneidad para ocupar un cargo público. La responsabilidad de un líder político no solo se mide por su capacidad para gobernar, sino también por su cumplimiento con las obligaciones personales y familiares. Este aspecto resulta crucial para los votantes al considerar la idoneidad de los candidatos.
El historial político de Shamir Fernández añade una dimensión adicional a su candidatura. Hasta 2022, pertenecía al Partido Revolucionario Institucional (PRI), lo que sugiere una trayectoria política marcada por cambios de lealtad partidaria.
Con las elecciones de 2024 en Torreón en el horizonte, es esencial que los votantes estén bien informados sobre los antecedentes y las acciones de los candidatos. La integridad y la transparencia deben ser pilares fundamentales en la elección de líderes que verdaderamente representen y defiendan los intereses de toda la comunidad, evitando tácticas engañosas y manipulaciones legales.