El consumo privado en el País empieza a dar señales de que las altas tasas y la inflación lo están afectando, estiman expertos.
De acuerdo con el Indicador Oportuno del Consumo Privado (IOCP) del Inegi, el consumo privado creció apenas 0.1 por ciento a tasa mensual en marzo, mientras que en abril no mostró aumento.
James Salazar, subdirector de Análisis Económico y Bursátil de CIBanco, dijo que, salvo el dato de febrero que fue relativamente bueno, la mayoría de los recientes reportes de consumo muestran menos dinamismo.
Consideró que son señales que pueden indicar una moderación, aunque aclaró que es necesario esperar a conocer más datos.
Dijo que la inflación, que se ubicó en 4.65 por ciento a tasa anual en abril pasado, se está moderando más lento de lo esperado, pero en el acumulado de los últimos 3 años, es de 20 por ciento, lo que termina mermando el poder adquisitivo.
Para Ve Por Más, aunque el proceso de desinflación continúa en México, será más lento de lo previsto, lo que también abonará a que el consumo privado del País muestre una desaceleración.
“Esto pesará sobre la decisión de consumo de las personas”, estimó Alejandro Saldaña, economista en jefe de Ve Por Más.
Además, Salazar recordó que la tasa de referencia del Banco de México (Banxico) sigue en nivel restrictivo, en 11.0 por ciento, pese al recorte de 25 puntos base en marco pasado.
De hecho, expertos estiman que la tasa de referencia del Banxico se mantendrá en la segunda mitad de este año en un nivel más elevado al que se había anticipado a inicios de 2024.
Aunado a ello, señaló que, como ha sucedido una vez que pasan las elecciones, los agentes económicos esperan para ver los cambios de la nueva Administración federal y conocer sus planes de desarrollo, por lo que postergan decisiones de consumo e inversión.
“(Por eso), si no se da esa recuperación o este rebote en la primera mitad del año, difícilmente lo vamos a ver en la segunda, entonces, hay la posibilidad de que este enfriamiento se intensifique en la segunda mitad de 2024’’, agregó.