AFA anunció este domingo que César Luis Menotti, histórico entrenador campeón del mundo con la Selección Argentina, falleció a los 85 años de edad.
El ‘Flaco’, como popularmente se lo conocía, se desempeñaba como Director de Selecciones y venía sufriendo problemas de salud que lo habían tenido internado varios días y que incluso le habían impedido viajar al Mundial de Qatar, donde en diciembre de 2022 Argentina ganó su tercera estrella.
“La Asociación del Fútbol Argentino lamenta informar con enorme tristeza el fallecimiento de César Luis Menotti, actual Director de Selecciones Nacionales y extécnico Campeón del Mundo de Argentina”, publicó AFA en su cuenta oficial.
Claudio Chiqui Tapia, presidente de la Asociación, también se expresó en su cuenta de X: “Querido Flaco, es un dolor inmenso tener que despedirte. Nos dejaste mucho en tu paso por la Selección Argentina y por el fútbol. Sin dudas, tu paso a la inmortalidad será con el mejor de los recuerdos de todos los que amamos la redonda”.
Menotti nació el 5 de noviembre de 1938, en Santa Fe, donde dio sus primeros pasos como jugador, primero en Unión América de Fisherton y luego en la Liga Carcarañense. Más tarde llegaría a Rosario Central, club en el que debutó, luego jugaría en Racing y en Boca.
Antes de retirarse, iba a darse el gusto de pasar por el Generals de Estados Unidos, el antecesor del Cosmos, y el Santos de Pelé. Estaba claro que lo suyo iba a estar vinculado a la dirección técnica, y a eso se dedicó tras retirarse cuando todavía tenía paño para seguir en el fútbol profesional.
En 1970 fue asesor de Miguel Antonio Juárez en Newell’s, y un año después llegaría el gran desafío de su carrera: Huracán. Con el Globo, en 1973, se consagró campeón, y dejó marcado su sello en un equipo que era un deleite para la vista. Brindisi, Babington, Avallay y Houseman, entre otros, fueron abanderados del discurso menottista. De allí, el trampolín al conjunto nacional.
Dueño de un mensaje motivador, con claridad de concepto, sin complicaciones para el jugador, Menotti armó una selección que privilegió a los buenos jugadores y tuvo como premisa el buen trato de la pelota. Ardiles, Valencia, Alonso, Villa, Kempes, Houseman, Bertoni, Luque y Ortiz pueden dar fe. Su discurso siempre le dio prioridad al buen fútbol antes que al resultado. O mejor: para llegar al resultado (ganar) hay que jugar bien al fútbol.
Y consiguió que, definitivamente, la Selección argentina asumiera un protagonismo que hasta su llegada no tenía, que saliera a jugar los partidos sin miedos, de igual a igual con las grandes potencias. Con Menotti llegó el primer título mundial de mayores, y un año más tarde, en 1979, el primero también en juveniles, con Maradona como abanderado.