Tesla reportó sus resultados financieros del primer trimestre, con la promesa de no abandonar su proyecto de un auto más económico, el Model 2, que anteriormente ha dicho que empezaría a ensamblarlo en Austin y luego en Nuevo León.
Su comunicado fue bien recibido por el mercado, pues luego de que su acción avanzó ayer 1.85 por ciento en el horario normal de la Bolsa de Nueva York, se disparó 13.33 por ciento en el horario extendido o “after hours”.
“Hemos actualizado nuestra futura línea de vehículos para acelerar el lanzamiento de nuevos modelos antes del segundo semestre del 2025.
“Estos nuevos vehículos, incluidos modelos más asequibles, utilizarán partes de la plataforma de próxima generación, así como de nuestras plataformas actuales, y podrán producirse en las mismas líneas de fabricación que nuestros vehículos actuales”, anotó la armadora en su reporte.
Luego, en conferencia con analistas, Elon Musk dijo que de esta forma “la nueva línea de vehículos no dependerá de ninguna nueva fábrica o nueva línea de producción masiva”.
La compañía explicó que la actualización puede resultar en una reducción de costos menor a lo esperada anteriormente, pero le permitirá aumentar prudentemente sus volúmenes de vehículos de una manera más eficiente en términos de gasto de capital durante tiempos de incertidumbre.
“Esto nos ayudaría a utilizar plenamente nuestra actual capacidad máxima esperada de cerca de 3 millones de vehículos, lo que permitirá un crecimiento de más del 50 por ciento respecto a la producción del 2023, antes de invertir en nuevas líneas de fabricación.
Tesla aseguró tener suficiente liquidez para financiar su ruta de productos, planes de expansión de capacidad a largo plazo y otros gastos.
“Además, gestionaremos el negocio de manera que mantengamos un balance sólido durante este periodo incierto”.
En cuanto a sus resultados financieros, Tesla reportó una baja del 9 por ciento anual en sus ingresos totales del primer trimestre, la mayor caída desde el 2012, reflejando el impacto de los continuos recortes de precios.
Los ingresos totales fueron de 21 mil 301 millones de dólares, su primera caída interanual en las entregas desde el 2020 y por debajo de los 22 mil 300 millones que esperaban los analistas.
La caída de las ventas en este trimestre fue incluso mayor que la del 2020, que se debió a la interrupción de la producción durante la pandemia.
Los ganancias netas cayeron un 55 por ciento, a mil 129 millones de dólares.
Los ingresos automotrices de Tesla bajaron un 13 por ciento año tras año, a 17 mil 378 millones de dólares en los primeros tres meses del 2024.
Tesla también mantuvo bajo control sus expectativas de crecimiento a corto plazo, diciendo que las entregas pueden ser inferiores a las del año pasado.
“En el 2024, nuestra tasa de crecimiento del volumen de vehículos puede ser notablemente menor que la tasa de crecimiento alcanzada en el 2023, mientras nuestros equipos trabajan en el lanzamiento del vehículo de próxima generación y otros productos”, señaló.