En todo 2023, el ahorro nacional bruto del País alcanzó su mayor participación en la economía en 44 años, al representar 24.45 por ciento del Producto Interno Bruto (PIB), según información del Fondo Monetario Internacional (FMI).
Alfredo Coutiño, director para América Latina de Moody’s Analytics, consideró que el ahorro se elevó debido principalmente a las remesas familiares y en menor medida por mayores tasas de interés.
John Soldevilla, director general de la consultora Economy, Business & Indicators (Ecobi), coincidió en que incidieron las remesas, las tasas de interés y agregó las mejoras salariales y los subsidios amplios a la población.
Aunque el ahorro nacional bruto finalizó el año pasado en un punto sin precedentes al menos desde 1980, México se encuentra lejos de otras economías, lo que limita el avance de la actividad económica.
Por ejemplo, en Qatar, el ahorro nacional bruto fue de 56.78 por ciento respecto al tamaño de su economía, medida por el PIB; en Kuwait de 53.18 por ciento; en China de 43.64; en Vietnam de 37.08, y en la India de 31.78 por ciento.
El ahorro sirve básicamente para financiar las inversiones que se realizan en el País, según Soldevilla, quien recordó que la inversión aún no supera su máximo histórico de 1981, en el cual fue de 29.77 por ciento del PIB, por lo que hace falta más inversión y más ahorro para que la economía pueda crecer.
Hay países emergentes que ostentan una inversión y ahorro por encima de México.
Mientras el País se ha estancado con un ritmo de crecimiento del PIB de 2.0 por ciento anual a largo plazo, otras economías crecen más porque invierten más.
Comentó que para que la economía crezca al 4 por ciento anual, es necesario que la inversión lo haga al 8 por ciento o más, además de que el crédito avance más de 10 por ciento real anual.
En consecuencia, el ahorro tiene que ir en línea con la inversión, es decir, que supere el 30 por ciento del PIB, especialmente el interno, a fin de no recurrir al externo, afirmó Soldevilla.
Coutiño, por su parte, dijo que una economía basada en el consumo es una economía que no ahorra.
Remarcó que finalmente la administración presente reconoció que su estrategia original de estimular el crecimiento económico a través del consumo estaba equivocada porque ello solo es transitorio y no produce ampliación de la capacidad productiva en la misma medida en que lo hace la inversión.
Al final, dijo, rectificó y al parecer el Gobierno redescubrió que la fuente del crecimiento permanente es la inversión.