Barbie no es la única heroína de la infancia que está experimentando un renacimiento. Sin embargo, a diferencia de la muñeca de la película más taquillera del año pasado, la próxima estrella de la cultura pop que está a punto de resurgir no es una escultural rubia con tacones de aguja. Es una niña latina con tenis y una mochila.
Nickelodeon, la cadena que en 2000 presentó Dora la Exploradora, el innovador programa de animación bilingüe sobre las aventuras de una niña hispana de 7 años, está reiniciando la exitosa serie, que durante ocho temporadas se emitió en más de 150 países, ganó múltiples premios e inspiró dos series derivadas para televisión y un largometraje.
Valerie Walsh Valdés, creadora y productora ejecutiva de Dora (como se nombró la nueva entrega) explicó en una entrevista en video que el catalizador de la nueva serie “no fue necesariamente el final de la primera”.
El viernes, Paramount+ lanzó una temporada completa de 26 episodios en streaming de la nueva serie, y ya se emite por Nick Jr. También habrá un podcast en el que se ampliarán las hazañas de la niña en el ámbito culinario.
Se mantienen los personajes principales: Dora, el mono Botas, Mochila y Mapa; además de su antagonista, el zorro ladrón Swiper.
Continuarán mostrando las expediciones en las que enseñan estrategias de resolución de problemas y habilidades sociales, pero ahora Mapa tiene algunas capacidades de alta tecnología similares a las de un teléfono inteligente (artefacto que los creadores se niegan a darle a la estelar).
La protagonista y su amigo seguirán con misiones para encontrar objetos perdidos o ayudar a sus amigos en una selva mágica, pero con un ritmo más rápido: cada episodio dura ahora 11 minutos. Y, significativamente, la serie incorporará una mayor amplitud de música latina y más lengua española para Dora.
“Pensamos en ella como la gran comunicadora de los niños en edad preescolar… y no sólo eso, sino de preescolares en dos idiomas”, dijo Chris Gifford, otro creador y productor ejecutivo.
Tanto si el niño crece con el inglés como con el español, es fácil discernir el significado de los personajes en la serie, que pretende ayudar a los pequeños a dominar nuevas habilidades.
La animación por computadora también mejora la capacidad de Dora para relacionarse con el público, afirma Walsh Valdés. El aspecto tridimensional puede hacer que el personaje parezca más real cuando se inclina y pregunta al espectador.
Cuando se le cuestionó si las controversias actuales sobre inmigración y políticas fronterizas habían influido en el desarrollo de la serie, Gifford señaló que, aunque los programas preescolares evitan comprensiblemente la política, ofrecen modelos de comportamiento.
“Es amiga de todos. Y Carlos Cortés, que fue nuestro asesor de contenidos culturales durante muchos años, siempre hablaba de Dora como una constructora de puentes. Y eso sigue siendo una gran parte de su atractivo”.