Rodrigo Muñoz Acosta
Poco saben los pacientes y a veces hasta los médicos clínicos, de como los médicos patólogos llevamos a cabo los diagnósticos en el laboratorio, y poco menos se sabe de los estándares de calidad que se deberían de llevar a cabo en todo profesional especializado en “patología quirúrgica” llamado “patólogo”.
El patólogo es el profesional de la salud que, como se mencionó, realiza diagnósticos “morfológicos” basándose en la descripción macroscópica y microscópica de piezas de diferentes tejidos, obtenidas por procedimientos quirúrgicos diversos, así como “citologías”, que no es otra cosa que raspados de superficies o tejidos, que pueden descamar células individuales para su posterior examinación al microscopio.
Los laboratorios de patología deben de contar con equipamiento y personal técnico necesario que lleve a cabo los procesos de transformación de un tejido a una laminilla de cristal, con un corte “ultrafino”, y que tenga un procesamiento suficiente para su análisis, descripción y diagnostico por el patólogo certificado.
En la actualidad se ha detectado que, incluso hay hospitales privados de enorme prestigio, que carecen de servicios de anatomía patológica, y que delegan a patólogos “externos“, el manejo de sus estudios de patología.
El problema viene cuando se desconoce dónde se procesa dicha muestra de tejido, si bien cualquier patólogo está capacitado para el diagnóstico, y la mayoría, aunque no todos, están certificados ante un consejo nacional de acreditación de conocimientos, no todos poseen un laboratorio de patológía.
Se ha hecho una práctica muy común el utilizar a personal técnico como servicios externos, es decir, de maquila de los procesos que tienen lugar desde la muestra quirúrgica (tejido), hasta la producción de la laminilla teñida y lista para diagnóstico por un patólogo.
Como se apuntará brevemente, dichas prácticas, no solo atentan ante la normativa oficial regulada por la NOM-037-SSA-2016, sino también, atentan contra las practicas más simples de calidad y gestión organizacional de cualquier empresa o laboratorio.
La mayoría de los programas, manuales y normas de operación para el funcionamiento de los laboratorios de patología, apuntan que los procesos que ahí tienen lugar, deben de ser evaluados desde cuando menos 3 fases.
Fase preanalítica
Fase analítica
Fase postanalitica.
El control de calidad comienza desde la obtención de la pieza y el líquido en el cual se debe almacenar, (formol diluido y amortiguado) el tiempo de formol, el transporte, el registro de los datos exactos del paciente y sus aspectos clínicos relevantes a la patología a estudiar posteriormente. Se puede entender como la preservación correcta de la pieza.
En la fase analítica, el control comienza con la descripción de la pieza quirúrgica, sus medidas y dimensiones, peso, características, etc., esto visto a simple vista, se denomina descripción macroscópica y es esencial para la correlación con la siguiente fase de control y análisis, que es la descripción microscópica: dicha fase comprende el análisis microscópico.
La fase postanalítica versa principalmente en el control de calidad y validación del diagnóstico realizado, pero también la correlación clínica, y con el médico clínico, y por añadidura de la satisfacción al cliente.
Hay que comprender que el control de la calidad es el proceso mediante el cual el desempeño de una operación compleja es controlado y evaluado. Un programa de control de calidad exitoso debe incluir las siguientes preguntas: 1. ¿Qué hago?, 2. ¿Cómo sé que lo hago bien? y 3. ¿Cómo puedo convencer a los demás de que lo hago bien?
De manera que el primer paso para un desarrollo adecuado del control de la calidad es evaluar el o los productos que se obtienen en determinadas áreas.
El control de la calidad, como se entiende en la actualidad, ha llegado hasta épocas recientes a la anatomía patológica.
De acuerdo con algunos autores, ello se debe a que numerosos patólogos se resisten a ser evaluados más allá de los aspectos técnicos, pero en este enfoque, es esencial que haya control de los aspectos preanaliticos, es decir, que el laboratorio de patologia en cuestión tenga integrado el equipo y el personal es una misma área, donde dichos procesos puedan estar en continua evaluación, y no, como actualmente es en la inmensa mayoria de los casos, realizar una maquila a personal tecnico, con equipo impovisado instalado hasta en sus propias viviendas.
Médico anatomopatólogo CMN “LA Raza”
Asociación de Anatomopatólogos de Querétaro.