El Peso sigue mostrando fortaleza frente al dólar y la rápida disminución del tipo de cambio por factores especulativos, principalmente, abre la posibilidad de que toque niveles por abajo de los 16 pesos por billete verde este año, anticipó Banco Base.
Tan solo el lunes, el tipo de cambio en el mercado internacional de divisas del Forex cerró en 16.3195 pesos por dólar, mostrando una apreciación de 0.78 por ciento y tocando un mínimo de 16.3130 pesos, nivel no visto desde el 13 de agosto del 2015.
En lo que va del año, la moneda mexicana acumula una apreciación de 3.8 por ciento o 64.7 centavos en el Forex y se ubica como la divisa más apreciada, seguida del peso colombiano, con 2.68 por ciento, y el sol peruano, con 0.45 por ciento.
Gabriela Siller, directora de Análisis Económico y Financiero de Banco Base, explicó que la apreciación del Peso se debe a los flujos de divisas que llegan por exportaciones, remesas e inversión extranjera.
Además de la expectativa de que el amplio diferencial entre la tasa de interés de México y Estados Unidos atraerá capitales y de que el País se beneficiará de la oportunidad del nearshoring.
Siller destacó que la apreciación del Peso es inusual, pues desde que existe un régimen de libre flotación cambiaria en México, la moneda tiende a depreciarse en años de elecciones presidenciales en Estados Unidos.
Históricamente cuando se había observado una apreciación a la par de elecciones se ha debido a que el Peso estaba corrigiendo las pérdidas de años anteriores, como sucedió en el 2004 y en el 2012, agregó.
Sien embargo, sostuvo, este no es el caso del 2024, pues en los dos años previos, 2022 y 2023, el Peso se apreció 5.01 y 12.96 por ciento, respectivamente.
Si el Peso se estuviera comportando como el promedio de otros años de elecciones, Siller estimó que actualmente el tipo de cambio estaría cotizando en alrededor de 17.20 pesos por dólar.
Por otra parte, resaltó que la apreciación del Peso no está apoyada en los fundamentales económicos de México, si no en factores especulativos.
Precisó que sólo el 22 por ciento del volumen operado con el Peso se debe a la parte real de la economía -como exportaciones, importaciones, remesas y la IED, y el resto es especulativo.
“Esto implica una alta vulnerabilidad para el tipo de cambio, que podría observar un rebote ante cambios en las posiciones de inversión que hasta ahora han favorecido al Peso.
Además, la apreciación afecta la competitividad de las exportaciones y merma el poder adquisitivo de las remesas”, expuso.
Los posibles detonantes para un rebote del tipo de cambio podrían ser: mayor aversión al riesgo global, disminución del diferencial de tasas de interés entre México y Estados Unidos por encima de la expectativa del mercado, recortes en la calificación crediticia de la deuda soberana de México y la posibilidad que se deteriore la relación comercial con Estados Unidos.