Con motivo de la conmemoración de la Semana Santa, el centro penitenciario CP1 Varonil de San José el Alto en colaboración con el Pastoral Penitenciaria, realizará una serie de eventos alusivos a la pasión, muerte y resurrección de Jesucristo, en cumplimiento a las obligaciones que se tienen como autoridad penitenciaria y con el propósito de garantizar el derecho humano a la libertad de culto.
Se tuvo el honor de recibir al Obispo Don Fidencio López Plaza, quien asistirá a dichas actividades. Este jueves Santo, se llevó a cabo el lavatorio de pies a 12 personas privadas de la libertad durante la Celebración de la Santa Eucaristía, que se realiza en conmemoración al pasaje bíblico del evangelio de San Juan.
Durante la celebración, el obispo recordó al leer las escrituras sobre la última cena en el Jueves Santo, recordó que el Señor plasmó tres signos importantes para los fieles que deben de mantenerse para tener la identidad que Jesús dio a quienes bautizaron mencionado que son limpios de pecado.
“Esa es nuestra identidad más profunda hermanos. El día del bautismo nosotros quedamos inmaculados, el día que fuimos bautizados quedamos totalmente limpios y ese día Dios nos equipó para qué trabajamos por ser limpios hasta el fin de la vida y Él sabe que nos manchamos en el camino de la vida, por eso nos equipó con mil cosas para que caminemos siempre siguiendo los pasos de Jesús y luchando contra todo lo que nos ensucia y nos corrompe, porque nuestra vocación es limpios”, dijo.
El segundo signo, habló sobre la vocación que deben de tener los creyentes, señalando que Dios no sólo está en el cielo, sino que vive en cada uno de quienes tiene vocación en la oración de unos por otros.
“El siguiente signo es nuestra vocación hermanos, esa es nuestra vocación, mantenernos en la lucha por mantenernos limpios, porque sólo van al cielo los que pueden mantenerse y decir con sus obras y con sus palabras que Dios está aquí y está trabajando con cada uno de nosotros para mantenernos en esta vocación profunda del cielo que se vive desde el suelo viviendo como hermanos”, señaló.
Finalmente, procedió al lavatorio de pies a 12 personas privadas de la libertad durante la Celebración de la Santa Eucaristía, repitiendo las palabras “Oremos. Dios nuestro, reunidos para celebrar la santísima cena en la que tu Hijo unigénito antes de entregarse a la muerte, confió a la Iglesia el nuevo y eterno sacrificio, banquete pascual de su amor, concédenos que de tan sublime misterio brote para nosotros la plenitud del amor y de la vida”.