Mientras activistas mostraron durmientes cuarteados, rieles oxidados y pernos sin sujetadores en el lugar donde descarriló el Tren Maya, el Gobierno federal investiga si hubo un daño intencional.
El espeleólogo José Urbina, quien en 2022 ganó un amparo contra la construcción del Tren, reprochó la mala calidad de los materiales.
“Es una vergüenza que sean incapaces de enfrentar la realidad, de hacerse cargo y de pararse en el tramo para evidenciar que es mentira que los durmientes están rotos, que es mentira que los tornillos se están rompiendo.
“Ahora van a decir: ‘vamos a investigar si fue un sabotaje’, y ahí se va a terminar este asunto. En uno o dos días, va a haber otro escándalo, y nos habremos olvidado de esto”, planteó Urbina.
El Presidente Andrés Manuel López Obrador informó que se inició una investigación para determinar si el descarrilamiento del Tren Maya fue intencional.
“Porque sí está raro, hubo en la estación un error humano, no hubo cambio de vía, no se llevó a cabo un cambio en un aparato de vía, y se está buscando para ver si fue algo intencional o fue un error de los responsables del manejo de las vías”, comentó López Obrador en su conferencia.
El 2 de septiembre, en su segundo viaje de prueba, una avería en el Tren dejó al Presidente López Obrador varado por más de una hora en la entrada a Chichén Itzá.
La del lunes ha sido la falla más significativa en la obra, con una unidad remolcada y hasta 8 horas de retraso, a sólo 100 días de haber sido inaugurada parcialmente.
El descarrilamiento ocurrió en la entrada a la estación de Tixkokob, Yucatán, en el Tramo 3 de Calkiní a Izamal.
Ahí, ambientalistas encontraron materiales deficientes, incluyendo rieles oxidados, los cuales fueron mostrados en la red social X.
“¿Una obra militar en la cual no saben qué pasó? La sola insinuación debiera ofender a los comandantes del tren. Tantos millones invertidos para que, en un simple cambio de vía, esto no se tenga debidamente monitoreado”, opinó el espeleólogo y consultor del agua, Guillermo D’Christy, miembro del movimiento #SélvameDelTren, quien intentó alertar al Gobierno de la 4T sobre los peligros de construir el Tren Maya sobre el terreno poroso, cenotes y cuevas del Tramo 5, entre Cancún y Tulum.
Acusó además la oxidación de los pilotes en el agua subterránea y el derrame de concreto.
“Lo que se vio ayer es tan la punta del iceberg de la corrupción, tranzas y miles de vicios ocultos que esta obra tiene; y aún no corre sobre un viaducto elevado sobre el acuífero más importante de la Península de Yucatán, con carga de hidrocarburos, y sobre 15 mil pilas de acero y concreto que se están corroyendo”, agregó.
La sugerencia del Presidente sobre un posible sabotaje es muestra de su desconexión con la realidad, dijo Pedro Uc, poeta y activistamaya.
“Aquí el ‘sabotaje’: durmientes cuarteados y materiales de baja calidad. Ahí está el perno. Definitivamente, la obra debe ser auditada y deben deslindarse responsabilidades hasta el Palacio. No vale ninguna justificación, bola de ratas corruptos”, afirmó el activista Gildo Garza luego de que el Presidente informó que se investiga si el accidente del tren, cotizado originalmente en 140 mil millones de pesos, fue intencional.