Esta promete ser una de las primaveras más calientes de Querétaro y no me refiero a la temperatura ambiente, de por si elevada, sino al termómetro político por los pataleos que se están dando en Morena con motivo de la definición de las candidaturas municipales y locales (especialmente la de la Capital) que deben resolverse a más tardar en la primera semana de abril. Y eran diferentes.
Agua de primavera es una caldera.