Como presidenta del Consejo Consultivo del Agua, he visto cómo nuestros esfuerzos convencionales se ven sobrepasados por la magnitud de los retos hídricos actuales y futuros. A medida que Querétaro se alza como un modelo de crecimiento y prosperidad en México, se revela ante nosotros un desafío de igual magnitud: redefinir nuestra relación con el recurso más esencial, el agua. Frente a nosotros se despliega una visión transformadora, donde la infraestructura verde y azul, y las tecnologías innovadoras se convierten en los arquitectos de un Querétaro resiliente al cambio climático y próspero en su manejo hídrico. Esta es una invitación a mirar más allá del horizonte inmediato, a imaginar y construir juntos zona metropolitana que honre cada gota dándole al agua el valor que merece.
La iniciativa de infraestructura verde y azul, en conjunto con tecnología innovadora, emerge como la piedra angular para superar los desafíos hídricos en Querétaro. A través de la captación de lluvia, la creación de humedales urbanos, y la implementación de sistemas de filtración natural, podemos comenzar a reconstruir el tejido hídrico de nuestra ciudad, mitigando la escasez y reduciendo la contaminación de manera efectiva.
En nuestra búsqueda de un futuro hídrico sostenible, las tecnologías innovadoras se presentan como aliados cruciales. Querétaro se sitúa en la frontera de esta revolución, viéndose en la necesidad de integrar soluciones avanzadas como sistemas de riego de precisión que optimizan el uso del agua en el sector agrícola, reduciendo significativamente el desperdicio. Además, la implementación de sensores inteligentes y sistemas de monitoreo en tiempo real permite una gestión eficaz de los recursos hídricos, identificando fugas y contaminantes con una precisión sin precedentes. Estas tecnologías no solo elevan nuestra capacidad de preservar el agua, sino que también aseguran su calidad, manteniendo nuestros ecosistemas y comunidades saludables. La innovación tecnológica, lejos de ser un lujo, se ha convertido en una necesidad imperativa para enfrentar la complejidad de nuestros desafíos hídricos.
Paralelamente a la adopción de tecnologías avanzadas, el diseño urbano sensible al agua emerge como una estrategia fundamental para reconfigurar el paisaje de la zona metropolitana de Querétaro. Este enfoque promueve la creación de espacios urbanos que imiten y se integren con el ciclo natural del agua, desde la captación y uso de aguas pluviales hasta la creación de infraestructura verde y azul que permita retener, filtrar, tratar y reutilizar el agua de manera natural. Los jardines de lluvia, los techos verdes, y los parques que funcionan como zonas de absorción no solo embellecen nuestro entorno, sino que también juegan un papel vital en la reducción de la escorrentía y la recarga de nuestros acuíferos. Adoptar un diseño urbano que respeta el agua es dar un paso hacia la armonización de nuestras ciudades con la naturaleza, transformando el entorno construido en un aliado en la conservación y gestión sostenible del agua.
El futuro hídrico de Querétaro depende de nuestra capacidad para adaptarnos y adoptar enfoques innovadores que consideren el ciclo hidrológico en su totalidad. La infraestructura verde y azul, y las tecnologías innovadoras no son meras soluciones de vanguardia, sino una necesidad para asegurar la disponibilidad de agua para las generaciones futuras. Este es un llamado a la acción colectiva: desde ciudadanos hasta formuladores de políticas, desde agricultores hasta industriales, y desarrolladores, todos tenemos un papel que desempeñar en este esfuerzo monumental.
Al integrar estos enfoques en nuestra gestión del agua, no solo enfrentamos los desafíos actuales, sino que también abrimos la puerta a un Querétaro más sostenible y resiliente. Es nuestra responsabilidad colectiva asegurar que el recurso vital que es el agua se maneje de manera que respete y aproveche el ciclo hidrológico completo. Juntos, podemos garantizar que Querétaro se mantenga como un lugar donde el agua fluye, no solo en nuestros ríos y manantiales, sino también en las innovaciones y prácticas que definirán nuestro futuro.