Víctor Armenta Sanchez
El Herpes simple es: una infección de origen vírica la cual tiene como causante al virus del herpes simple. Existen dos variantes: el Virus de Herpes simple tipo 1 (VHS-1) que generalmente causa herpes labial, el famoso fuego como muchos lo conocen. Mientras que el Virus Herpes simple tipo 2 (VHS-2), es el que por lo general produce el herpes en el área genital.
El virus del herpes simple (VHS) se transmite principalmente a través del contacto directo con una persona infectada, durante un brote activo de la enfermedad. Esto puede ocurrir de varias maneras: mediante contacto sexual se contagia fácilmente por el contacto piel con piel con alguien que tiene el virus; por ejemplo: cuando tus genitales y/o tu boca tocan los genitales y/o la boca de una persona con herpes. (sexo oral, anal o vaginal). También puedes contagiarte por besar a alguien que tiene herpes oral (herpes en la boca), por ejemplo: cuando un padre o madre con herpes, le da un beso en la cara o cerca de los labios a los hijos. La mayoría de las personas que tienen herpes oral (herpes en la boca) se contagiaron cuando eran niños.
El herpes es más contagioso cuando hay llagas abiertas y húmedas, pues el virus se transmite fácilmente por el fluido de las ampollas. La característica de esta infección, es que tiene la capacidad de quedarse de forma latente o “adormecido” por varios años. Tras una primera infección, el virus se queda inactivo, y puede reaparecer de forma espontánea y causar reactivaciones en determinadas situaciones tales como: cuadros febriles, inmunosupresión, diabetes, estrés, exposición prolongada a rayos ultravioleta, traumatismos etc.
En cuanto al herpes labial o tipo 1, el primer episodio se puede presentar con fiebre, malestar general, lesiones en forma de vesícula en paladar, amígdalas y lengua, es más común en niños. Posteriormente al pasar los años, aumenta la posibilidad de tener anticuerpos hasta en el 85%, y si llega a reactivarse, se manifiesta como herpes labial o cutaneo, que se manifiesta en forma de un grupo de vesículas sobre una base eritematosa, las cuales pueden llegar a ser muy dolorosas, posteriormente evolucionan a costras. Otros síntomas relacionados son: fiebre, malestar general, cansancio y dolor.
Por otro lado, el herpes simple tipo 2, es capaz de producir infecciones genitales de transmisión sexual, que con cierta frecuencia son acompañadas por otros microorganismos. Las vesículas se manifiestan en el área genital como en el pene, labios mayores, menores, periné y vagina, acompañándose de sensación de picor, quemazón o dolor en la zona.
El diagnóstico del herpes simple se realiza principalmente por la clínica, al observar y describir las lesiones. En casos dudosos, se puede confirmar mediante pruebas de laboratorio, como la reacción en cadena de la polimerasa (PCR), o la serología para detectar anticuerpos contra el virus. Su tratamiento habitualmente es con antivirales (aciclovir, valaciclovir o famciclovir), que ayudan a reducir la frecuencia y la gravedad de los brotes, así como a aliviar los síntomas durante los episodios agudos. Entre las recomendaciones preventivas: se debe sugerir evitar el contacto, si hay lesiones activas presentes ya sea en la boca o genitales, limpiar bien el área de las lesiones y no manipularlas, puede ayudar a prevenir la transmisión del virus. Estos virus, después de la infección inicial, quedan adormecidos (latentes), y se reactivarán frecuentemente a lo largo de toda su vida. Es importante saber reconocer las lesiones, sin embargo, si no es posible, se recomienda acudir a valoración médica para poder dar un diagnóstico certero y tratamiento oportuno.
Médico General CP 11571323
Colegio Médico de San Juan del Río