El tráfico ilegal de especies es un problema, con graves consecuencias tanto para los propios animales por las condiciones de su captura, transportación, venta y vida en espacios domésticos no aptos para especies silvestres, pero aún más grave es que afecta profundamente la estabilidad de los ecosistemas.
La afirmación anterior tiene sustento en que la naturaleza guarda un equilibrio; y al extraer especies silvestres de su hábitat lo rompemos y provocamos una grave afectación para todos. Muchos de estos animales son los encargados de diseminar semillas que sirven a la regeneración del bosque y además forman parte de una cadena alimenticia donde ellos, directa o indirectamente, intervienen a fin de que ese ciclo sea completado.
El problema de la venta ilegal de especies sucede desde que inicia la captura, sobre todo en temporada de anidación de algunas aves, por lo que son extraídas de los nidos. Las personas que se dedican a eso, los mantienen en hacinamiento, las crías tienen necesidades muy específicas de temperatura y humedad que no se cubren y la nutrición es deficiente pues se ignora lo que deben consumir; y como ejemplo, diremos que por cada loro vendido ilegalmente mueren siete durante su captura y tráfico.
Respecto a otras especies, para conseguir un mono pequeño, se debe matar primero a la mamá, cuando esto sucede otros monos se acercan a ayudar a sus compañeros de especie y también son asesinados; por cada mono capturado ilegalmente se estima que los traficantes matan un promedio de seis monos adultos.
Dentro de las especies silvestres más traficadas (en el estado de Chiapas) figuran las aves (psitácidos), monos, martucha, mapache, boa, coralillo, nauyaca arborícola, nauyaca verde, heloderma, oso hormiguero, entre otros.
En el estado de Querétaro figuran con mayor incidencia en el tráfico ilegal, las Guacamayas (en la Sierra Gorda), el Cuervo Gigante (en el Semidesierto) y las cactáceas (igual que el anterior, en Cadereyta y Peñamiller).
A nivel internacional el tráfico ilegal de especies es enorme. Se trata de que este crimen enriquece a unos pocos y destruye la riqueza natural de todos. Y las cifras son abrumadoras.: pues alrededor de 100 tigres, 30.000 elefantes y más de 1.000 rinocerontes son asesinados cada año para traficar con sus huesos, piel, colmillos y cuernos.
Se trata de un negocio sangriento y cruel que mueve miles de millones de euros/ dólares, equiparable por volumen de negocio al tráfico de drogas y el de armas.
Y de acuerdo con el Informe de la WWF «El negocio de la extinción» sobre el tráfico de especies en España, se ha logrado documentar que España (es la entrada de este comercio de especies) tiene un relevante papel como importador y exportador de flora y fauna silvestre al resto de Europa y del mundo.
Por todo ello, desde los años 70s nació el Convenio Internacional CITES, suscrito por más de 180 países (México es parte de dicho Convenio) para regular el comercio de especies amenazadas de fauna y flora silvestre. El Convenio incluye una lista de 5.000 especies de animales y 30.000 de plantas cuyo comercio está reglamentado (prohibido o regulado). Y según este convenio, 630 especies animales y 301 plantas tienen totalmente prohibido su comercio.
Además, la WWF, impulsó una figura para luchar contra este delito, al crear TRAFFIC. Un organismo internacional dedicado a analizar las cifras y tendencias que se producen en este sangriento y lucrativo mercado del tráfico de especies.
Y resulta que la dimensión de este crimen organizado ha conducido a poner en marcha una iniciativa basada en 4 pilares:
Frenar el furtivismo; detener el tráfico ilegal; reducir la demanda;
Detener el tráfico ilegal;
Reducir la demanda;
Y lograr la movilización internacional necesaria para conseguir la financiación para luchar contra esta amenaza.
Y se tiene el caso de los Tiburones que ejemplifica bastante bien las consecuencias. Pues los tiburones estuvieron en la cima de la cadena alimenticia por millones de años. Al esparcir nutrientes y absorber carbono, ellos mantienen los ecosistemas marinos en balance, desde adentro. Sin embargo, hoy día, los tiburones y ecosistemas se encuentran en grave peligro.
Según las Naciones Unidas, casi 100 millones de tiburones son matados cada año —y casi un tercio de las especies de tiburones se encuentran o casi se encuentran en peligro de extinción. La disminución de la población de tiburones puede conducir a consecuencias no deseadas en ecosistemas marinos, tales como el colapso de poblaciones de peces que son importantes tanto a nivel comercial como económico —además de contribuir al cambio climático global.
Y hace una semana aquí en el estado de Querétaro se detuvo a una persona que estaba vendiendo una cría de Águila.
En México se cuenta con una Ley de Vida Silvestre y en el estado de Querétaro con el Código Ambiental, que fungen como marco regulatorio para controlar el mercado ilegal de especies.
En febrero del 2023 se dio a conocer que en la colonia San Francisquito dos hombres fueron detenidos por policías municipales de Querétaro tras ser denunciados cazando palomas en el centro de la ciudad. Los detenidos fueron puestos a disposición de la Fiscalía, por delitos contra el ambiente y los animales. Y en el 2022 una pareja fue detenida por policías municipales de El Marqués y trasladados a la Fiscalía General de la República (FGR) luego de encontrarles cuatro armas de fuego, 98 cartuchos útiles y un tigre cachorro.
Se estima que solo uno de cada diez animales con los que se traficó llega a su destino final a salvo, aunque no necesariamente sano.
Ya desde el 2014 se había reportado que en el estado de Querétaro no había mucho tráfico de animales, pero si se ha detectado mucha venta ilegal de aves, sobre todo en los mercados y en vía pública donde regularmente también se tiene reporte de presencia de los denominados pajareros.
Siendo las aves canoras y de ornato las especies que mayormente se comercializan en la entidad de forma ilegal, destacando cotorras, pericos, cardenales y cenzontles.
Y desde marzo del 2023, en este espacio de Plaza de Armas ya daba cuenta de que en el estado de Querétaro se contabilizaban un total de 21 UMAS (extensivas desde 1999 hasta el 2021, y en promedio los municipios con mayores UMAS no pasan de 3. Y son más las UMAs en predios de particulares, que las que tiene el gobierno estatal o municipal (Estas unidades de manejo son predios de propietarios o poseedores que voluntariamente los destinan al aprovechamiento sustentable de las especies silvestres que ahí habitan y dan respuesta a la necesidad de conservar la biodiversidad y dar impulso a la producción y el desarrollo socioeconómico del país.)
Así mismo, las principales amenazas para la vida silvestre incluyen la destrucción, degradación y/o fragmentación del hábitat, la sobreexplotación, la caza furtiva, la contaminación y el cambio climático. Y se estima que hay 27 mil especies de las evaluadas en riesgo de extinción. Además, también se consideran como riesgos para la vida silvestre
• Expansión agrícola.
• Deforestación.
• Sobrepesca.
• Desarrollo urbano.
• Uso de energía y minería.
• Comercio ilegal de vida silvestre.
• Contaminación.
• Cambio Climático
Empero, hay otras actividades como la caza, el turismo de masas en la naturaleza, la contaminación lumínica, el tráfico o el ruido, entre otras perturbaciones humanas, que generan estrés en los animales e incluso pueden afectar a la conservación de las especies.
¡Celebremos la vida silvestre conservándola y conectando con ella!