Cada vez son más voces las que señalan que China usa a México como puerta de entrada a Estados Unidos para evadir aranceles.
Luego de que Donald Trump impuso aranceles a diversos productos chinos a partir de julio del 2018, el gigante asiático aceleró sus ventas a México.
Mientras del 2016 al 2017 sus exportaciones subieron 6.7 por ciento para llegar a 74 mil 150. 4 millones de dólares, un año más tarde, al cierre del 2018 el alza fue del 12.6 por ciento al registrar 83 mil 510.6 millones de dólares.
En el 2019 se estancaron y en el 2020 cayeron 11.5 por ciento, por el Covid, pero en los siguientes años repuntaron.
Así, del 2017, antes de los aranceles estadounidense, al 2023 las exportaciones chinas a México crecieron 54.0 por ciento, a 114 mil 190.7 millones de dólares, una tasa que prácticamente duplicó el incremento de las ventas de Estados Unidos al País durante el mismo periodo, que fue de 31.3 por ciento, y el de Canadá -el otro socio del T-MEC- que fue de 34.1 por ciento.
Aunque México ya es el principal proveedor de EU, luego de destronar a China durante el 2023, organismos empresariales acusan que el gigante asiático ha encontrado la manera de entrar a su país a través de la frontera mexicana, para evadir los aranceles a sus productos.
A fines de febrero, la Coalición por un Estados Unidos Próspero (CPA, por sus siglas en inglés), la principal organización bipartidista que representa productores y trabajadores de la Unión Americana, señaló que seguramente los aranceles de la Sección 301 del 2018 contra China llevaron a una reorganización de sus cadenas de suministro hacia Vietnam y México.
“China ha cuadriplicado su espacio industrial (en México) a 1.9 millones de pies cuadrados. De ellos, 1.1 millones se encuentran en el norte de México, orientados al comercio libre de impuestos con Estados Unidos”, expuso su analista Kenneth Raposa.
Uno de los sectores en los que hay mayor alerta es el automotriz, señaló la Alianza para la Manufactura Americana (AAM, por sus siglas en inglés).
“Siguiendo las tendencias en otras industrias, incluida la de productos de acero y aluminio, las cadenas de producción orientadas en torno a empresas de propiedad y afiliadas chinas están penetrando cada vez más en las cadenas de suministro automotrices de América del Norte a través de México.
“Se benefician de la metodología liberal del T-MEC para calcular el contenido regional”, indicó la AAM.