Tiene 20 años, mide 1.78 metros de estatura y como herencia materna ha recibido una estética privilegiada, mientras que de la paterna ha conseguido un carácter fuerte y decidido.
Se trata de Deva Cassel, hija de dos estrellas del espectáculo, Monica Bellucci y Vincent Cassel, quien está decidida a triunfar por méritos propios.
Ha desfilado para firmas de moda como Dolce & Gabbana y Jacquemus, y ha intervenido en la versión para Netflix de la novela “El Gatopardo”, de Giuseppe Tomasi di Lampedusa, en el papel que hiciera famosa a otra belleza italiana, Claudia Cardinale.
Ha vivido en Francia, Italia y Brasil y habla cuatro idiomas, entiende el español, y se ha convertido en la embajadora más joven de la firma Cartier para su línea llamada Indomable, lo que la hace una joven con mucha experiencia y mundo, algo que, según los expertos, transmite en sus fotos y actuaciones.
“Empezar como modelo te hace más consciente de ti misma, aprendes a colocar tu cuerpo y ganas seguridad. Pero aún tengo mucho que aprender”, comenta esta belleza, quien también ha desfilado para firmas como Courréges y Coperni y ha sido imagen de los artículos de belleza para Dolce & Gabbana.
Su trabajo como modelo la ha llevado naturalmente a la actuación, ya que Deva se ha hecho popular por estelarizar la cinta italiana La Bella State, basada en la novela de otro grande, Cesare Pavese. Coincidencia interesante, ya que la fuente de inspiración de Deva viene de las artistas italianas de la llamada “época de oro”, como Sophia Loren, Monica Vitti y, por supuesto, su propia madre.
Respecto al fenómeno llamado “nepo babies” (aquellas figuras que triunfan simplemente porque sus padres son famosos), rechaza ser parte de ello.
“No trabajo en esto porque mis padres lo hagan. Mi experiencia será distinta, y así debe ser. No tengo que parecerme ni ser tan buena como nadie para poder hacer algo que disfruto”, sostiene.
Con un nombre que significa “diosa” en sánscrito, Deva se ha convertido en una figura que lo mismo acapara los flashes de las alfombras rojas que posa con su madre para la portada de Vogue Italia y deslumbra con vestidos de Alta Costura para sesiones fotográficas con revistas de todo el mundo..