La Fundación Corazones Mágicos impulsará una nueva estrategia desarrollada al interior de este organismo, de prevención e intervención del abuso y violencia sexual infantil, dentro de los Centros Educativos.
Se trata del distintivo “Visión Cero”, que consiste en la capacitación para la detección de los indicadores de violencia sexual infantil, brindando las herramientas que aborden la garantía de los derechos humanos de las niñas, niños y adolescentes. El distintivo se entregará a las escuelas que acrediten las buenas prácticas para la protección y cuidado de sus alumnos frente a la violencia sexual infantil.
Así lo explicó la presidenta de dicha fundación, María Fernanda Lazo Payró, quien recordó que esta organización cumplirá 12 años de existencia, en los cuales ha atendido a cerca de mil 800 menores de edad y adolescentes presuntamente afectados por casos de violencia sexual.
Además, refirió que se han brindado talleres de prevención a más de 42 mil niñas y niños, y a más de 20 mil madres, padres de familia y tutores. Subrayó que, actualmente, atienden a 175 menores, y se tiene registro de 15 casos de violencia sexual en escuelas. Ocho de ellos, dijo, sufrieron violencia sexual por parte de otros compañeros menores de 12 años.
“Resulta determinante implementar este tipo de actividades y de productos, dentro principalmente de los centros educativos (…). Los Centros Educativos no solo tienen la obligación de garantizar el derecho a la educación; también son responsables de prevenir y detectar la violación de otros derechos de niñas, niños y adolescentes. Por lo que se deben construir las condiciones necesarias para evitar cualquier amenaza que vulnere a sus alumnas y a sus alumnos”, precisó.
Lazo Payró detalló que el distintivo perseguirá 10 objetivos, en los cuales destacan la capacitación del personal de las instituciones educativas, desde intendentes hasta directivos; sensibilización y talleres a los padres de familia y tutores y a los propios alumnos; la creación de un Comité de Respuesta para la atención inmediata de posibles casos, la formación de un protocolo de actuación y la entrega de una guía de protección para niñas, niños y adolescentes, entre otras acciones.
El proceso de acreditación podría durar entre 3 y 6 meses; y la primera escuela en implementar este distintivo es el Colegio Newland en sus cuatro campus, tres en Querétaro y uno más en San Miguel de Allende.