Washington, 21 Abr (Notimex).- Las remesas hacia México durante 2016 aumentaron 8.8 por ciento respecto a 2015, a pesar de que los envíos a los países en desarrollo disminuyeron por segundo año consecutivo, reportó hoy el Banco Mundial.
En su boletín de Migración y Desarrollo, divulgado en Washington en el marco de su reunión anual de primavera, la institución enfatizó que los principales receptores de remesas fueron México, seguido por Filipinas, que registró un incremento de 4.4 por ciento.
El Banco Mundial detalló que México recibió 28.1 mil millones de dólares en remesas en 2016, impulsadas por la continua mejoría en el mercado de trabajo de Estados Unidos y la depreciación de la moneda mexicana, el peso, en un 19 por ciento frente al dólar durante el año pasado.
“Las debilidades del peso parecieron apuntalar una considerable alza de remesas a corto plazo el año pasado, aumentando en enero, febrero, mayo, septiembre y noviembre, los meses en que el peso sufrió fuertes depreciaciones frente al dólar estadunidense”, apuntó.
El incremento de las remesas en México fue de la mano con el alza en los flujos en América Latina y el Caribe, la única región donde se registron flujos del orden de los 73 mil millones de dólares para un aumento del 6.9 por ciento respecto a 2015.
El Banco Mundial estimó que los flujos hacia México, El Salvador y Guatemala registrarán este 2017 un “robusto crecimiento”, cuando proyecta que los envíos a la región alcanzarán los 75 mil millones de dólares para un aumento de 3.3 por ciento.
La institución anticipó que en consonancia con una mejora de las perspectivas económicas mundiales, se prevé que las remesas a los países en desarrollo se recuperarán en este año, y tendrán un crecimiento en un estimado 3.3 por ciento para ubicarse en 444 mil millones de dólares.
El informe advirtió que aunque varios países de altos ingresos que albergan grandes poblaciones de migrantes están considerando imponer impuestos sobre el envío de remesas para desalentar la migración, tales tributaciones son difíciles de administrar y “probablemente impulsarán los flujos subterráneos”.
El Banco Mundial enfatizó que la caída en las remesas constituyó una tendencia no vista durante las últimas tres décadas.
Precisó que durante 2016 las remesas registradas oficialmente a los países en desarrollo fueron por 429 mil millones de dólares, lo que representó una reducción de 2.4 por ciento respecto a los 440 mil millones de dólares reportados en 2015.
La baja se manifestó también en las remesas globales, que incluyen los flujos hacia los países de altos ingresos, y las cuales ascendieron a 575 mil millones de dólares en 2016, una baja de 1.2 por ciento frente a los 582 mil millones de dólares registrados un año previo.
“Las remesas son una fuente importante de ingresos para millones de familias en los países en desarrollo. Un debilitamiento de los flujos de remesas puede tener un serio impacto”, alertó la directora interina del Grupo de Indicadores Globales del Banco Mundial, Rita Ramalho.
Los bajos precios del petróleo y el débil crecimiento económico de los países del Consejo de Cooperación del Golfo (GCC) y de la Federación de Rusia afectaron las remesas hacia Asia meridional y central, mientras que el débil crecimiento en Europa redujo aquellos hacia África.
Aunque India se mantuvo en el primer lugar como el mayor receptor de remesas del mundo, los 62.700 millones de dólares que recibió el año pasado significaron una baja de 8.9 por ciento frente a los 68.900 millones de dólares en 2015.
Otras bajas notables fueron las de Bangladesh que reportó una disminución de 11.1 por ciento respecto al 2015; seguido por Nigeria con una caída de 10 por ciento; y Egipto con 9.5 por ciento, según el Banco Mundial.