Carlos Alberto Ramos Roldán
Dicen que el único amor verdadero es el que sienten los padres por sus hijos. No lo sé, lo que sí puedo asegurar es que ese es el más puro e incondicional, un amor que se percibe en el aire, que se vive todos los días en una Unidad de Cuidados Intensivos Neonatales (UCIN).
Entrar y ver rostros ilusionados, sonrisas marcadas debajo del cubrebocas, manos de los padres ansiosos por abrir la compuerta de la incubadora por solo tocar un instante a su bebé, ojos hinchados por noches de llanto, rostros demacrados por los desvelos, preocupación y angustia que llevan estos, por estar lejos de su ser amado; nos recuerda todos los días que el amor a veces se sufre.
Pero esto también es fuente de inspiración y trabajo diario para todos los que trabajamos cada día en las Unidades de Cuidados Intensivos Neonatales, en las asociaciones y en los grupos médicos. Por que nos debemos a ustedes.
Es bien cierto que, en todo ambiente de alta demanda de trabajo, con condiciones que a veces no son las más optimas, trabajamos en equipo para mejorar nuestro desempeño.
Pero no todo el trabajo debe ser solo para mejorar las condiciones de los pacientes hospitalizados, sino también debe ser, para apoyar al familiar. Debo decirles que desde hace un tiempo el personal de salud de Querétaro también ha unido esfuerzos para poder mejorar la calidad de atención de los bebés y sus familiares. Buscando herramientas para facilitar el contacto de los familiares (no solo padres), lactancia materna, técnica canguro, álbumes de recuerdos, festejos, permitir que lleven prendas y accesorios a sus hijos, respetar ciclos de sueño vigilia, cartas o tarjetas dirigidas a sus bebés, así como objetos religiosos. Todo esto con la finalidad de mejorar el vínculo, que desearíamos que nunca se rompiera.
Sin embargo, a pesar de la buena intención, sabemos que tenemos que enfrentarnos a muchos tabúes, y estigmas sociales que no permiten este acercamiento entre los padres y sus hijos con tanta facilidad, como son la burocracia, el COVID, la idiosincrasia, el miedo, el personal laboral y otras cosas que han deshumanizado la práctica clínica. Sin embargo, como muchas cosas que estamos viviendo a nivel global y nacional, estamos viviendo una época de cambios, y estos cambios deben ser para bien como sociedad y en benefició de los pacientes y sus familias.
Pero, sobre todo, todos los días trabajaremos en beneficio de los recién nacidos y sus padres. Por que a final de cuentas, el amor de su vida lo dejan en nuestras manos y nosotros, dejamos nuestra vida y corazón en cada uno de los bebés.
FELIZ DÍA DEL AMOR
Presidente de la Sociedad Queretana de Neonatología.