Kelvin Kiptum, plusmarquista mundial de maratón, el hombre quizá llamado a superar el límite de las dos horas, ha muerto junto a su entrenador, Gervais Hakizimana, en la carretera de dos carriles, entre casas de tejado de latón, que une Eldoret y Kaptagat, dos localidades emblemáticas del Valle del Rift, en cuyo campamento viven y entrenan la gran mayoría de los fondistas kenianos. Un accidente de coche se llevó su joven vida a los 24 años.
La noticia saltó primero en redes sociales tras una información del comandante de la base de la policía de tráfico, Dennis Muga. Después fue la propia familia del infortunado atleta la que confirmó el fallecimiento, mientras su mánager, el holandés Marc Cortjens intentaba, sin éxito, contactar con ellos deseando que lo que se había filtrado desde los periódicos kenianos no fuera cierto.
Según informaciones locales, Kiptum conducía un automóvil con dos pasajeros a bordo: su entrenador y una mujer identificada como Sharon Kosgei, que ha sobrevivido aunque con lesiones graves. La policía informó de que Kiptum perdió el control del vehículo y se salió de la carretera, chocó contra un gran árbol y cayó en una zanja, a 60 metros de distancia.
Kiptum tenía 24 años y era natural de Eldoret. Estaba casado con Asenath Rotich y tenía dos hijos El pasado año en Chicago estableció un nuevo récord del mundo de maratón con un registro estratosférico: 2:00:35. Todos los expertos lo señalaban como el hombre llamado a romper la mítica barrera de las dos horas en un maratón oficial.
Kiptum apenas corrió tres maratones en su vida. Debutó en el de Valencia, en diciembre de 2022, con el crono más rápido de la historia para un debutante (2:01:53) y ya en 2023 ganó primero en Londres con 2:01:25 antes de reventar el crono en Chicago. Sus tres marcas están entre las siete más rápidas de la historia.
Nunca disputó un gran campeonato con Kenia y todo apuntaba a que su esperado debut se produciría en los Juegos de París junto a Eliud Kipchoge, anterior plusmarquista mundial, ahora truncado.