En una nueva oportunidad para aprender a usar el arma secreta para salvar a la humanidad (el HALO), John el “Jefe Maestro” (Pablo Schreiber) lidera a su equipo de Spartans de élite contra la amenaza alienígena conocida como Covenant, que se prepara para atacar.
“Tratamos de hacer un espectáculo del que todos podemos estar orgullosos y esa es una misión en la que nunca me doy por vencido. Voy a empujarla hasta que muera o hasta que me piden que deje de hacerlo”.
Pero no será una tarea fácil, porque en la galaxia todo está al borde del abismo, en una oscuridad más densa, pero también con las emociones a flor de piel entre los personajes de esta segunda temporada de HALO, la serie basada en el videojuego, que vuelve este jueves a Paramount+ con sus primeros dos episodios.
“Una de las cosas con las que estoy más contento al ver los resultados de este año es que parece mucho más auténtico, el tono es la mayor mejora que he visto en el material que rodamos. Es más oscuro, es una descripción del poder total.
“El drama es más visual, es oscuro en otras formas también, sólo que todo se siente más auténtico y más real, te sientes como si estuvieras en la acción y la acción es más subjetiva”, dijo Schreiber, en entrevista desde las oficinas de Paramount, en Budapest, donde tuvo lugar la producción.
Al final de la primera temporada, el sistema Cortana (Jen Taylor) había tomado el cuerpo del Jefe Maestro para convertirlo en el soldado perfecto, por lo que en esta segunda, que da un salto temporal de seis meses, se explorará más a fondo su relación.
“Ciertas cosas que están grabadas en piedra al final de la primera temporada pueden no estar sentenciadas. Una de las cosas con las que estás tratando, cuando hablas de Cortana y John, es que es una relación que es estable a través de los videojuegos, así que esa relación por naturaleza no puede cambiar mucho en la dinámica”, continuó.
Las mejoras de este año incluyen una inyección de presupuesto para reconstruir desde cero la utilería, las armas, hasta los trajes y las fuerzas de los guerreros Covenant, que aunque son hechos de silicona, cobran vida como demonios alienígenas gracias a la tecnología.
Y se implementaron nuevos interiores de naves espaciales en los estudios Korda, de Budapest, donde se han rodado películas como Hellboy y Duna. También hubo un equipamiento de una cueva para rodar escenas con tintes futuristas.
Además, se sumó un showrunner, David Wiener, a esta segunda temporada, que introducirá a un villano, James Ackerson, interpretado por la estrella de The Vampire Diaries, Joseph Morgan, y a la soldado Talia Perez, encarnada por la mexicana Cristina Rodlo, quien se enlista para ayudar a su familia.
“James es un tipo que pasó años trabajando para llegar al frente de la oficina de inteligencia naval. Llega a sacudirlo todo, es una especie de personaje de alto estatus que hace cambios que no van a complacer a todos”, dijo Morgan.
“Perez está en el ejército, pero en la parte de atrás. De alguna manera termina en una batalla y su vida cambia porque vive por primera vez la guerra”, explicó Rodlo.
El resto del elenco, como Kate Kennedy (Kai), Yerin Ha (Kwan Ha), Bokeem Woodbine (Soren) y Charlie Murphy (Makee), regresa para adentrarse un poco más en las relaciones de cada uno.
“Nos vamos a ocupar de las historias personales, de los efectos de la guerra de una manera más fuerte, por lo que es una buena dicotomía”, apuntó Kennedy.
“Saltamos en el tiempo un poco, así que realmente hay un montón de cruces, un montón de mundos que se cruzan, de personajes que nunca ves juntos y ahora los verás. También cómo van pasando a través de las historias de los demás”, sostuvo Taylor, desde el set principal de Korda.
HALO mudó su producción de Canadá a Budapest para que Wiener, productor de series como Fear The Walking Dead, hiciera realidad su proyecto más grande hasta el momento, en el que se mantienen como productores Kiki Wolfkill, creadora del juego, así como Steven Spielberg, Darryl Frank y Justin Falvey.
“El mayor cambio es que tenemos un nuevo showrunner. Así que este año estamos viviendo en el mundo de David y él es un tipo increíblemente inteligente, con una visión muy bien pensada. En términos de logística, sí, es un espectáculo masivo”, remató Schreiber.