SAN JUAN DEL RÍO. A solo el 2.6 por ciento de su nivel, la Presa Constitución de 1917, la mayor de Querétaro con capacidad de 66 millones de metros cúbicos, muestra la crisis del Estado, en donde sus 25 embalses apenas almacenan el 12 por ciento, de acuerdo con el último reporte de la Secretaría de Medio Ambiente y la Comisión Nacional del Agua, en poder de PLAZA DE ARMAS.
La entidad, de acuerdo con las mismas fuentes, ocupa el sexto lugar en el estrés hídrico nacional, al grado de que dos presas, La Llave y La Venta, están completamente secas.
El almacenamiento ha caído dramáticamente en los últimos tres años en el estado. De 71 por ciento en 2022 al 17 en 2023 y apenas 12% en 2024, medidas siempre al 1 de febrero. La capacidad total es de 206 millones de metros cúbicos de agua, pero hoy solamente contienen 24.56 millones.
Esto nos coloca entre las entidades más emproblemadas, solo por debajo de Baja California Sur, Guanajuato, Ciudad de México, Aguascalientes y Estado de México. De hecho, en el último reporte del monitor de la Conagua, el Estado de México, Hidalgo y Querétaro movieron su clasificación a la sequía extrema y excepcional.
Un recorrido de El Periódico de Querétaro por los principales sitios de captación confirmó la gravedad de la sequía, especialmente en la Presa Constitución de 1917, inaugurada en 1970 por el presidente Gustavo Díaz Ordaz y el gobernador Juventino Castro Sánchez.
Hasta hace unos años alcanzaba a llenar más de las dos terceras partes de su nivel y era fuente de abastecimiento para el distrito de riego de San Juan del Río, zona de pesca y atractivo turístico.
Hoy el panorama desértico provoca el desaliento y desplome económico de los vecinos. Ya no se pueden practicar deportes acuáticos y hay poca clientela en los principales restaurantes: Acapulquito y El Charquito, que ahora sí hace honor a su nombre.
Se pudo observar que la capilla de la antigua hacienda, sumergida con el poblado al hacer la presa y que podía verse al bajar el nivel del agua, ya no existe. De acuerdo con algunos lugareños, fue derribada por vecinos de La Estancia para buscar dinero enterrado.
Lo cierto es que hoy en los suelos resecos solo se ve algún ganado, perros, aves y mucha basura.
Y eso se repite en la mayoría de los embalses de las dos regiones hidrológicas de Querétaro: la Número 12 de Lerma Santiago, como El Cajón, San Miguel Tlaxcaltepec, Jesús María, Ceja de Bravo y El Batán, así como en la 26 del Pánuco, en donde están la Presa Constitución, San Ildefonso, La Llave, La Venta, Centenario y Jalpan, entre otros.