En la versatilidad histriónica es donde Ben Whishaw ha encontrado su fuente de placer por la vida profesional, y por eso no se pone límites ni parámetros para enrolarse con un papel.
Y ya sea en cine, televisión, teatro o radio, el británico de 43 años, que recientemente ha aparecido en largometrajes como Ellas Hablan, Pasajes y El Regreso de Mary Poppins, se somete a las necesidades de su personaje, no lo adapta a él.
“Cuando empecé en esta carrera me di cuenta que tenía que apostar a la versatilidad y que quería experimentar todo tipo de personajes: atormentados, odiosos, amorosos, banales, simpáticos.
“Creo que lo más importante es establecer una conexión con el director y averiguar las necesidades del personaje para que no te coma. Hay que adaptarnos, no al revés”, platicó Whishaw en enlace virtual desde Londres.
Benjamin John Whishaw, nominado al Emmy Internacional y al BAFTA por su trabajo en la serie televisiva Criminal Justice (2008), es el protagonista del cortometraje Good Boy, dirigido por Tom Stuart, y el cual figura en la lista de preseleccionados al Óscar como Mejor Cortometraje de Acción.
En esta historia, el actor encarna a Danny, un joven de actitud extraña que se pone de acuerdo con su madre para robar un banco; sin embargo, su destartalada combi y la familia de su doctor le hacen tener que improvisar.
“Curiosamente hay más personas que me consideran un actor dramático que cómico, y creo que tiene que ver con que en Londres he hecho mucho teatro formal.
“Cuando me puse en las manos de Tom, que es un director y escritor brillante, me hizo sacar lo mejor de mí. Siento que Danny te hace reír por sus desatinadas decisiones y su compleja insensatez me divirtió muchísimo”, comentó el protagonista de Good Boy.
Tras sus intervenciones en las series This Is Going to Hurt (2022) y la cuarta temporada de Fargo, el histrión está concentrado en promover este cortometraje que espera tenga una segunda parte o pueda obtener financiamiento para hacerlo largometraje.
“Es una historia muy bella, inspirada por la muerte de la madre de Tom, y lo que más amo es que es el inicio de un relato bellísimo, habla de reconciliación, de entendimiento, de navegar en las emociones sin victimizarse.
“Hasta hay un análisis de cómo somos y de cómo reaccionaríamos a las situaciones extremas que se plantean madre e hijo en este simpático intento por robar un lugar que se supone, les dará la felicidad y no pasa eso”.