Azucena Vázquez
Las empresas mexicanas que tengan operaciones en el extranjero como parte de una estrategia para disminuir su carga fiscal podrían desde este año recibir una desagradable sorpresa.
Y es que los ingresos que generen estas multinacionales ya estarían sujetas al pago del Impuesto Mínimo Global en aquellos países donde tengan subsidiarias y que ya lo apliquen, como Reino Unido.
Este impuesto se creó precisamente para atacar estrategias contra cargas fiscales.
Con este gravamen, si la tasa impositiva que se aplica en el país donde tienen subsidiarias es menor, pagarían la diferencia, detalló en entrevista Juan Carlos Pérez Peña, ex asesor de Planeaciones Fiscales Agresivas de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y consultor fiscal independiente.
La tasa efectiva del Impuesto Mínimo Global es de 15 por ciento, calculada por cada país sobre la utilidad contable, y la misma fue acordada por 139 países de la OCDE y el G20, entre ellos México, recordó.
El acuerdo es que este impuesto, que entró en vigor a partir de este 2024, se aplique en aquellas naciones que ya tienen establecidas las reglas para ello.
Aunque México no ha implementado sus reglas para el cobro de este gravamen, las empresas mexicanas ya deben sujetarse al cobro.
Pérez Peña detalló que lo deberán pagar empresas que tengan ingresos iguales o superiores a 750 millones de euros.
De acuerdo con información pública, algunas de las multinacionales que podrían entrar en este criterio son Carso, Femsa, Grupo México y Orbia.