La población con discapacidad en el país enfrenta diversas barreras para su desempeño laboral, como la exclusión de la educación formal o la falta de políticas enfocadas a este sector.
“Cada vez oímos que hay más empresas con un compromiso claro respecto a la apertura, la inclusión, pero no sabemos si en el ámbito educativo, tanto público como privado, las oportunidades para personas discapacitadas están equilibradas”, detalló Ricardo Aranda, socio en Dorantes Advisors.
Tampoco hay iniciativas que favorezcan la capacitación para estas personas.
“No veo que sea una de las banderas de la política actual de la Administración federal el promover el empleo de ese sector, lo que oímos mucho es promover el empleo de jóvenes, promover la regularización de aquellos que están empleados, pero no he oído que haya una política dirigida específicamente a eso”, explicó Aranda.
Incluso la tasa de ocupación de personas con discapacidad en México se ha reducido.
Mientras en 2019 dicha tasa era de 39.2 por ciento, para 2022 cayó a 34.6 por ciento, de acuerdo con la Comisión Económica para América Latina y el Caribe (CEPAL).
Sólo en países como Costa Rica aumento de una forma ligera, al tener 21.4 por ciento y pasar a 22.4 por ciento, según la Comisión.
Además del ámbito educativo, en México también es necesario cubrir las necesidades de infraestructura pública y movilidad para que las personas con discapacidad se puedan trasladar a los centros educativos o de trabajo y con ello poder enfrentar impedimentos de carácter físico.
“Es parte estructural de una necesidad que debe ser atendida tanto en materia laboral como en materia educativa y de ahí se parte de la igualdad de oportunidades que puede haber”, afirmó.