Rodrigo Miguel González Sánchez
Usted ha vivido o al menos escuchado recientemente, el fenómeno de acudir a una farmacia de cadena para buscar atención médica. Se encuentran en todas las esquinas y por decir un dato duro, atienden casi la mitad, de las consultas de primera vez en el país.
La mayoría de las personas buscan atención en estas farmacias, por la cercanía y lo accesible de la atención (económicamente hablando), para recibir orientación desde cuadros sencillos hasta complejos. En esta época invernal en su mayoría los resfriados comunes, son causa común de solicitar atención médica.
Las farmacias de cadena, han surgido como una respuesta parcial, a la falta de crecimiento de nuestro sistema de salud, pues: ¿Acaso hay nuevos hospitales que no sustituyan a los antiguos?, o ¿Acaso hay nuevos centros de salud, o nuevas clínicas del IMSS?, la respuesta estimado lector; es que la población crece mucho más rápido que nuestro sistema de salud.
Ante esta oportunidad, múltiples cadenas de farmacias Guadalajara, Ahorro, San Pablo, Benavides, Similares, se han adueñado del mercado de la salud, abaratando la atención de la misma, y permitiendo que los médicos que trabajan en ellas cobren poco (desde sin costo hasta 50 pesos la consulta) y busquen ganar un poco más, por comisión, respecto al número de medicamentos vendidos. Debido a esta situación, frecuentemente vemos recetas con más de 5 medicamentos, o con al menos, tres inyecciones de un antibiótico super potente, que a final de cuentas, sólo sirve para “atarantar el bicho”, y tendrá una recaída posterior.
Estas consultas, se verifican todos los días en nuestra ciudad, pasan desapercibidas para la mayoría, y habrá ocasiones, en que el tratamiento resulte efectivo; debido a que es un virus autolimitado, o a que el galeno que despacha, es muy confiable. Sin embargo, en la mayoría de las farmacias, para ingresar a trabajar, acaso se pide un diploma de la carrera, una cédula, o incluso podemos enfrentarnos en ocasiones, a un ambiente no regulado, no certificado, y menos con un médico que de la cara y le siga en todo momento durante su enfermedad.
En fin, y regresando al principio de la historia, resulta que su infección respiratoria aguda que comenzó como un resfriado, puede progresar inexorablemente, si se trata de un virus respiratorio, del tipo del virus de la Influenza, Sincitial Respiratorio, y en las próximas semanas el brote esperado de COVID-19 para enero de este año, haciéndolo pasar un mal rato para buscar nuevamente atención de forma más urgente, y a un costo más elevado.
Por lo qué, es importante optimizar el recurso que gastamos en salud, acudiendo con su médico de confianza desde el principio. Es importante elegir a un médico en el cual usted confíe, que tenga todas sus certificaciones vigentes, y con el que usted pueda comunicarse en todo momento, por si su cuadro respiratorio “trivial”, progresa con dificultad respiratoria, o una sobreinfección bacteriana (neumonía).
En esta época es importante vacunarse, contra Influenza y contra COVID-19, sobre todo si tiene alguna condición que favorezca un cuadro grave, como ser menor de 5 años o mayor de 60 años, tener obesidad, embarazo, inmunosupresión, o padecer alguna enfermedad del corazón o de los pulmones.
Es importante el uso del cubrebocas en los espacios cerrados saturados de gente, y en caso de estar enfermo, actuar con corresponsabilidad social, usando el cubrebocas para no contagiar a más personas. Gracias y un feliz año para todos
Infectólogo Pediatra
Presidente del Colegio Médico de Querétaro