Las principales preocupaciones ciudadanas en el proceso electoral son la compra de votos y la fiscalización a los partidos políticos.
Pese a las crisis internas que viven el INE y el Tribunal Electoral, ambos organismos mantienen su alta credibilidad en la organización de la elección del 2 de junio y resolución de impugnaciones.
Así lo muestra una encuesta del Tribunal Electoral elaborada en diciembre.
Para evaluar a ambas instituciones se revisan 11 apartados, donde el mejor calificado es la emisión de la credencial de elector y la organización de la elección.
Sin embargo, al cuestionarles a los ciudadanos cómo ven la vigilancia para que no exista compra de votos en los comicios, el 45 por ciento calificó como “malas o muy malas” las estrategias de la autoridad electoral para evitarlo o frenarlo, un 5 por ciento dijo no saber, y el 50 por ciento indicó que las acciones son buenas.
Sobre la fiscalización del dinero que usan los partidos y candidatos en campañas electorales, el 45 por ciento de los encuestados no confían en las acciones de la autoridad, y el mismo porcentaje sí.
Aunque una mayoría de los consultados considera que tanto el INE como el Tribunal sí han tomado buenas decisiones para evitar que los funcionarios “no se metan” en las elecciones, un 34 por ciento aún tiene preocupación. Lo mismo sucede con las multas a los partidos por violar la ley electoral.
Más del 60 por ciento de los ciudadanos sí confía en la protección de los derechos políticos-electorales, la declaración de validez de los comicios y la resolución de conflictos intrapartidistas.
Al medir la confianza hacia el INE y el Tribunal Electoral con otras instituciones, éstas tienen las mejores calificaciones, con el 70 y 60 por ciento respectivamente. Por encima de ellas únicamente está el Ejército y las universidades públicas, con el 75 y 80 por ciento.