- Zapatistas, rebasados por cárteles de la droga
- Santiago Nieto arrancó con reunión de prensa
- Desaprueba Rufina sondeos en redes sociales
- “El Zorro” Luque le dio vuelta al “Aspirómetro”
Seis presidentes seis.
A 30 años de la irrupción del Ejército Zapatista de Liberación Nacional, los indígenas están igual o peor. De Carlos Salinas de Gortari a Andrés Manuel López Obrador, seis mandatarios no pudieron o no quisieron resolver el conflicto que dejó de ser prioritario ante el grave problema de la delincuencia organizada que, tengo para mi, también está dominando en los altos de Chiapas. Este columnista tuvo la oportunidad de participar en la Mesa para el Diálogo en San Andrés Larráinzar al lado del comisionado Marco Antonio Bernal, en 1995, y vio cómo todos los esfuerzos por satisfacer las justas demandas sociales se atoraban frente a las exigencias autonómicas y de reconocimiento internacional como movimiento beligerante enarboladas por el subcomandante Marcos.
Bernal cuestionaba: No existe en ninguna lengua indígena la palabra autonomía. Esa demanda es absurda en nuestro país y en nuestra cultura. Tampoco se aceptaba reconocer como Ejército al Zapatista. En México sólo hay un Ejército.
El tema era defendido estoicamente por el general Tomás Ángeles Dauahare, (descendiente directo del heróico general Felipe Ángeles) representante militar en la comisión gubernamental, al que los voceros indígenas trataron de enfrentar sin éxito. “Usted tiene que dirigirse a mí” reconvenía Marco Bernal a Tacho.
Personajes como Heberto Castillo, Luis H. Álvarez, Luis Felipe Bravo Mena, Juan Bañuelos y Eraclio Zepeda, desde sus distintas posiciones partidistas o intelectuales, intervinieron en la búsqueda de acuerdos, al lado del Obispo de San Cristóbal de las Casas, Samuel Ruiz, El Tatic, para muchos el verdadero comandante.
Ya fallecieron casi todos.
En octubre de 1995, la mesa para el diálogo se trasladó a San Cristóbal con un temario respetuoso de la cultura indígena, impulsado por el Presidente Ernesto Zedillo y el secretario de Gobernación Emilio Chuayffet.
Ahí estuvimos. Ricardo Rocha (qepd) y mi amiga Martha Anaya, jefa de información de Excélsior, participaron en los trabajos.
A una petición aceptada seguía otra más compleja del EZLN. Ya no eran asuntos de escuelas, hospitales y caminos pavimentados, atendidos desde el principio. Se advertían estrategias de dilación por parte de los insurgentes. Marcos ni siquiera se presentó a esas pláticas. Los representantes indígenas David, Tacho, Zebedeo y otros sólo transmitían sus demandas.
Desde la casa del ex rector de la UNAM Pablo González Casanova, el subcomandante Marcos -más tarde renombrado Galeano- dictaba posiciones a través de un sistema de radiocomunicación atendido por el Obispo en su catedral. Y nada ha cambiado desde entonces.
Años después en Querétaro, en donde decidió radicar tras su jubilación, don Samuel Ruiz admitió su liderazgo en ese movimiento en una comida de la que fue anfitrión Raúl Moreno en su casa de Tejeda.
¿Y no extraña San Cristóbal, no echa de menos Chiapas y su participación en el diálogo con el EZLN? le preguntó este armero teniendo como testigo de calidad al doctor y politólogo Marco Antonio León. Optó el viejo defensor de la teoría la liberación por explicar su intervención a la luz del ministerio religioso: La Iglesia es sabia. Nos releva a una determinada edad o periodo, porque después de 25 o 30 años de trabajo uno se vuelve el destructor de su propia obra, sin darse cuenta.
El Obispo Emérito de San Cristóbal, que algunos domingos oficiaba en la iglesia de Jardines de la Hacienda, era un viajero frecuente a destinos europeos para dictar conferencias, divulgar el neozapatismo y recoger donativos, ante la observación impasible del gobierno foxista que pagaba sus escoltas para cuidarlo.
Hace casi trece años, el 24 de enero de 2011, murió Samuel Ruiz en el Hospital Ángeles de El Pedregal, en la Ciudad de México, llevándose el secreto de su verdadero papel en la insurrección chiapaneca. Y tres décadas después del estallamiento, declarado el mero día que entraba el TLC, los indígenas ya no solo son víctimas del sistema, sino de la delincuencia organizada y ya nadie los ve ni los oye… a ellos tampoco.
Así está el país.
-BLANCAS Y NEGRAS-
Taquillero.
Santiago Nieto Castillo, carta fuerte de la 4T para el Senado, partió plaza y llenó ayer el restaurante Chucho el Roto para una conferencia de prensa en la que no decepcionó a la afición y dio la nota: van a ganar por mayoría y sacarán al PAN de la Casa de la Corregidora en el 2027.
Sin la compañera de fórmula, la suertuda Beatriz Robles, que anda en la entrega-recepción de la SEP, el ex titular de la UIF y hasta ayer procurador de Justicia de Hidalgo, respondió a todas las preguntas, incluso las de los infiltrados que se hacen pasar como reporteros y buscaban declaraciones en contra de Lupita Murguía, su amiga (reconoció) y ahora competidora.
Acompañaron a Nieto sus más cercanos, Juan Carlos Espinosa y un casi afónico Jorge Lomelí, pero también el posible precandidato al Ayuntamiento de Tequisquiapan, Héctor Magaña; Martín Silverio, posible carta para Pedro Escobedo: el abogado penalista Rogelio Estrada Pacheco, aspirante a la alcaldía de Colón; el ex dirigente de la FEUQ Andrés Cuapio Reséndiz y el coordinador de jóvenes Bruno del Bosque, todos seguros de que van “a pintar de guinda el estado”.
Faltó el ex edil Armando Rivera, pero le preguntaron por él y Santiago respondió que sería bien recibido porque en esa mesa caben todos, incluidos panistas y priistas que abracen los principios del Movimiento Regeneración Nacional. “Vamos a integrar a todos los grupos que simpaticen con la 4T”.
Nada eludió el también ex fiscal de delitos electorales, ni siquiera cuando le preguntaron por las acusaciones sobre empresas de su cuñado, impulsadas por Roberto Gil Zuarth, con quien reconoció problemas personales o a propósito del Gilberto Herrera Ruiz, que dijo ha hecho un buen trabajo en el Senado y a quien le ofreció su mano abierta.
Con el gobernador Mauricio Kuri González declaró tener una relación de respeto y anticipó que habrá crítica con urbanidad, advirtiendo que el presidente López Obrador confía en el gobernador de Querétaro y éste ha expresado su reciprocidad, más allá de pertenencias partidistas.
Finalmente a pregunta de este columnista sobre el avance de la delincuencia organizada en el país y la posibilidad de que sea factor político en las elecciones de este año, Santiago Nieto señaló que debe impedirse atacando sus estructuras financieras y la corrupción política.
Santiago ya arrancó.
-EL HISTORIETARIO-
El Zorro.
Uno de los queretanos de mayor trayectoria nacional ha sido, sin duda, el extinto priista Eduardo Luque Loyola, quien “necio que es el pueblo” le dio la vuelta al “aspirómetro” de la política. Tres veces diputado federal, en dos ocasiones senador de la República y gobernador interino en 1949, no pudo cumplir su deseo de un periodo sexenal.
El político comentó en una entrevista con este servidor: “No hay amarrados hasta que está uno con la mano así” y extendió la diestra como si se tratara de un juramento.
Pero ha habido casos de gobernadores que se enteraron de su candidatura con mucha anticipación, como el doctor Octavio S. Mondragón, al que se lo dijeron desde meses antes.
Y el viejo Zorro, desde la atalaya de su experiencia:
-A mí también me lo dijeron… y no fui.
Lección viva y sin retoques.
La política era así.
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Aspirantes.
Sondeos en redes no son válidos: Rufina Benitez, presidenta estatal de Morena, en relación a las mediciones a favor de José Dolores González, Arturo Maximiliano García, Mauricio Ruiz Olaes, Armando Rivera y Chema Tapia, mencionados para la candidatura a la alcaldía capitalina. Plaza de Armas, jueves 4 de enero de 2024.
Zas.
-JUGADA FINAL-
Serenos.
A los morenos que enviaron sus cartas a los reyes a través de sondeos en las redes sociales, a ver si les sale el niño, un rufinazo ¡Jaque Mate!