Monseñor Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis de Querétaro explicó que la aprobación del Vaticano para bendecir a las parejas del mismo sexo o que son “irregulares” es para recibir una bendición y no un sacramento dentro de la Iglesia.
“No legitima estatus en unión libre y del mismo sexo. El sentido de esta bendición es para que su integridad sea bendecido y elevada por el Espíritu Santo para que las relaciones crezcan a la luz del Evangelio”, indicó Martín Lara Becerril, vocero de la Diócesis.
En la declaración titulada “Fiducia Supplicans: sobre el sentido pastoral de las bendiciones”, se señala que se puede entender la posibilidad de bendecir a estas parejas sin convalidar oficialmente su estado ni alterar la enseñanza perenne de la Iglesia sobre el matrimonio.
Este cambio marca una diferencia significativa con la posición anterior, expresada en marzo de 2021, que afirmaba que la Iglesia católica no podía impartir su bendición a las uniones de personas del mismo sexo.
En ese contexto Martín Lara Becerril explicó que las bendiciones pueden otorgarse a personas que viven en situaciones irregulares y del mismo sexo, pero aclaró que no se trata de un rito eclesiástico, pues el propósito, aclaró, es brindar apoyo espiritual a los necesitados de Dios.
“Se puede bendecir a personas que viven en uniones irregulares o personas del mismo sexo, pero no es una fijación ritual, no hay rito para bendecir estas uniones, algo muy distinto al sacramento del matrimonio. La bendición es para personas que se sienten desamparadas y necesitan de la yuda de Dios”, excplicó Lara Becerril.
Lara Becerril subrayó que la bendición es en sentido general y no está relacionada a ritos civiles y se llevará a cabo de manera sencilla y de forma independiente.
“Los ministros no usarán vestiduras ni ornamentos litúrgicas, y se excluyen elementos sacramentales como arras, alianzas, lazo, para evitar confusión o escándalo”, explicó Lara Becerril.
“La oración, como expresión del corazón materno de la iglesia, no legítima nada, sino que abre la vida a Dios para pedir su ayuda y vivir mejor y ser fiel al evangelio, que su vida sea santificada y elevada por la presencia del Espíritu Santo, es una suplica a Dios para que las relaciones humanas se liberen de imperfecciones y se acerquen al amor divino”, reiteró al señalar que las personas que busquen la bendición deben acudir a su parroquia y ésta no debe ser negada.
Finalmente Lara Becerril recordó que “todos estamos llamados a la salvación independientemente del estatus moral, ya que dijo que la Iglesia es una comunidad de pecadores arrepentidos.