Cuando la comunicación masiva habla de Fake News, la verdad, la post verdad, la verdad histórica con una ligereza espeluznante. Cuando la misma fuente de la información, el escritor del discurso, no está interesado en la realidad y sus repercusiones. No puede haber un proceso más lejano a la ciencia y al pensamiento científico y al progreso. Un mundo de simulaciones constantes, pero repetidas ad nauseam de tal manera que los que se han dedicado a hacer simulaciones ya no pueden volver a encontrar la realidad.
Habría que imaginar un lugar donde un arquitecto hiciera el siguiente juego de planos para su entrega: un edificio falso, un edificio, el post edificio, un edificio histórico, sin embargo aunque no lo hacemos de una manera ordenada nuestra realidad se ha vuelto de edificios falsos como aquellos que mandó a hacer Mousolini para la visita de Hitler, 5 kilómetros de fachadas para ser vistas por la ventana del tren, para generar una especie de opulenca italiana. Lo mismo que se hizo de especulación inmobiliaria en México, en la Ciudad de México, aprovechando el temblor del 2017, los edificios fantasma, edificios caídos por las post razones. Mismo fenómeno que supo llevar a cabo Hitler con su arquitecto Speer.
Cómo escribir del arte, cuando un chat me puede escribir un ensayo de arte. Y no solamente eso, el artículo lo puede pedir cualquiera que no sea un escritor o con ningún conocimiento de arte, para ser consumido por un lector que se la vive confundido y no sabe distinguir entre postverdades y verdades históricas o que simplemente “tiene otros datos”. Todo se ha vuelto irrelevante.
De qué escribir sobre el arte, de qué se escribe para los que ya saben todo sobre el arte, de qué se escribe de los que no saben de arte, de qué escribir de aquello que no saben pero piensan que saben, de qué escribir para aquellos que se graduan de escuelas patito donde les enseñan post mañas del arte pero les falta el oficio, de qué escribir entonces, que un texto no se vuelva solamente ruido.
Hoy estamos enfrente de las nuevas escrituras, donde no existen los nuevos escritores, todavía y, mucho menos, los nuevos lectores. Resulta que ahora se necesita estar educado con anterioridad para poder recibir cualquier tipo de mensaje, una paradoja de nuestros tiempos extraños que estamos viviendo y que de la misma manera nos remiten a San Agustín en el siglo IV en África, ”lo correcto es lo correcto aunque nadie lo haga, lo incorrecto es lo incorrecto aunque todos los hagan”
La Inteligencia artificial, la maquina de escribir que ya no necesita del escritor.
En el ámbito donde la tecnología se encuentra con la creatividad, la Inteligencia Artificial (IA) está forjando nuevas fronteras en el mundo del arte. Este artículo explora la fascinante sinergia entre la IA y la expresión artística, profundizando en las formas en que las máquinas y los algoritmos contribuyen a las nociones tradicionales de creatividad, y en ocasiones las desafían.
1. La IA como colaborador creativo:
Los algoritmos de IA, con su capacidad para analizar grandes conjuntos de datos e identificar patrones, se han convertido en herramientas poderosas para los artistas. Desde generar piezas de arte visual únicas hasta componer música, la IA actúa como colaboradora y ofrece nuevas perspectivas e ideas innovadoras.
2. El auge de las redes generativas adversarias (GAN):
Las redes generativas adversarias, un subconjunto de la IA, han ganado importancia en la creación de arte. Al enfrentar dos redes neuronales entre sí (una genera contenido y la otra lo evalúa), las GAN pueden producir obras de arte sorprendentemente realistas, difuminando la línea entre lo creado por el hombre y lo generado por máquinas.
3. Redefiniendo la creatividad:
La implicación de la IA en el arte impulsa una reevaluación del proceso creativo. Si bien los tradicionalistas pueden cuestionar la autenticidad del arte generado por IA, sus defensores argumentan que la colaboración entre la imaginación humana y la inteligencia de las máquinas puede conducir a obras maestras incomparables.
4. IA en la curaduría y recomendación de arte:
Los algoritmos de IA están revolucionando la forma en que se selecciona y recomienda el arte al público. Los modelos de aprendizaje automático analizan las preferencias de los usuarios, lo que permite a las plataformas adaptar sugerencias de arte y exponer a los espectadores a una amplia gama de estilos y artistas.
5. Consideraciones éticas:
A medida que la IA continúa infiltrándose en el mundo del arte, surgen consideraciones éticas. Las cuestiones sobre la autoría, la propiedad y el impacto de la IA en el mercado laboral de los artistas humanos son temas que merecen un examen cuidadoso.
6. Instalaciones interactivas de arte con IA:
Los artistas están explorando instalaciones interactivas que invitan a la participación del público a través de la IA. Estas instalaciones responden dinámicamente a los espectadores, creando una experiencia única y personalizada, mostrando el potencial de la IA para mejorar la participación de los espectadores.
7. La fusión de la IA y las formas de arte tradicionales:
La IA no está reemplazando al arte tradicional, sino más bien ampliando sus horizontes. Los artistas están combinando técnicas tradicionales con herramientas de inteligencia artificial, lo que da como resultado obras de arte híbridas que encarnan una combinación armoniosa de creatividad humana e inteligencia artificial.
En conclusión, la relación cambiante entre la IA y el arte es un testimonio de las posibilidades ilimitadas que surgen cuando la tecnología y la creatividad convergen. A medida que la IA continúa dando forma al panorama artístico, desafía las ideas preconcebidas, inspira la colaboración y abre puertas a reinos inexplorados de la imaginación. El futuro promete un viaje emocionante donde las pinceladas del ingenio humano bailan en conjunto con los algoritmos de la inteligencia artificial, creando una sinfonía de innovación en el mundo del arte.
La parte negra del principio del artículo fue escrita por un ser humano, la parte bold del final del artículo fue escrita por una entidad de Inteligencia artificial.