Red Bull sólo cometió un error en la temporada 2023 de la Fórmula Uno: no darle un monoplaza igual de competitivo a Sergio Pérez.
Ganar 19 de 22 carreras, asegurar el 1-2 en el Campeonato de Pilotos, así como la corona de Constructores, e imponer un nuevo récord de más triunfos consecutivos en un año con un total de 14, superando la cantidad de 11 que hizo McLaren en 1988, fueron algunos de los logros de Milton Keynes.
Sin embargo, desde el área técnica aseguran que el tropiezo en Singapur, donde el equipo de las bebidas energéticas no subió al podio, no fue el principal problema, sino que les faltó entender las necesidades de Checo tal y como lo hicieron con Max Verstappen.
“Un coche rápido es un coche que permite al piloto rendir al máximo. En ese sentido, fallamos porque sólo un piloto, Max en este caso, podía manejarlo bien. Ese es un talento de Max, que fue capaz de utilizar bien el coche durante toda la temporada y en diferentes condiciones. Por otro lado, puede que nosotros, a su vez, no hayamos entendido bien a Checo en cuanto a lo que necesita para poder sacar también el potencial del RB19.
“En Red Bull tenemos básicamente todos los recursos, así que no hay excusas para perder. Soy un perfeccionista. Los técnicos son estrictos. A nuestro nivel, lo importante no es la perfección que nunca se alcanza, sino la atención a los detalles. Porque así es como marcamos la diferencia. En nuestra profesión, un coche que es un uno por ciento más lento es un mal coche, lo cual es extraño si lo piensas”, explicó Pierre Waché, jefe técnico de la escudería austríaca.
La tarea para 2024 es ayudar al tricolor a que pueda sentirse cómodo con el próximo diseño para que se mantengan en el mismo nivel competitivo que el neerlandés.