Tras dos años y seis meses en prisión, Amado Yáñez Osuna, dueño de Oceanografía, abandonó esta madrugada el Reclusorio Sur.
Un juez federal le otorgó la libertad con una fianza de 7.5 millones de pesos y le impuso el uso de un brazalete electrónico mientras se tramitan sus procesos.
En los primeros minutos de este jueves, Rubén Darío Noguera Gregoire, Juez Décimo Cuarto de Distrito en Procesos Penales Federales, otorgó la sustitución de la prisión preventiva por otras medidas cautelares menos restrictivas, conforme al nuevo sistema de justicia acusatorio y la Miscelánea Penal vigente desde junio del año pasado.
Noguera impuso al dueño de Oceanografía el pago de una garantía económica de 7.5 millones de pesos, la presentación periódica ante el juez, la prohibición para salir del País y el uso de brazalete electrónico durante el tiempo en que duren sus juicios.
La audiencia de revisión y modificación de la medida cautelar inició el martes a las 15:00 horas, en la sede del juzgado, y concluyó este jueves a las 00:36 horas con el fallo en favor del empresario, confirmaron sus abogados Alberto del Río, Jesús Moreno de Leija y Ángel Junquera.
Luego de pagar la fianza y cubrir los trámites, en punto de las 2:20 horas el empresario finalmente salió del Reclusorio Sur.
Yáñez enfrentará en libertad sus dos juicios, uno por el supuesto desvío de un crédito de Banamex por 55 millones de pesos a su empresa AMRH International Soccer, con la cual administró el club de futbol Gallos Blancos de Querétaro.
El otro, por presuntamente haber presentado 166 estimaciones falsas a Banamex para obtener créditos por 5 mil 312 millones 329 mil 400 pesos, en operaciones de factoraje, en lo que constituye el fraude bancario más cuantioso que ha imputado la PGR ante los tribunales.
En ambos está procesado por el delito de violación a la Ley de Instituciones de Crédito, pero es por el segundo expediente que Yáñez se encontraba tras las rejas, en razón que la PGR le imputó una modalidad grave del ilícito.
El empresario naviero fue sujeto a juicio todavía bajo las reglas del sistema de justicia tradicional por escrito, que contemplaba como grave y sin derecho a la libertad provisional algunas modalidades de la violación a la norma referida.
Con la Miscelánea Penal que entró en vigor el 18 de junio pasado, se abrió la puerta para que la prisión preventiva dejara de ser aplicada en la mayoría de los delitos que en el anterior sistema eran graves, sin importar los montos económicos, como es el caso del juicio que tenía preso a Yáñez.
Desde el 28 de octubre el Tercer Tribunal Unitario ordenó al juez Noguera celebrar la audiencia para valorar si procedía o no el cambio de medida cautelar, sin embargo, eso apenas ocurrió el martes porque Banamex presentó un amparo que suspendió el procedimiento. Ese recurso quedó sin efectos hace dos semanas.
Yáñez fue arraigado el 24 de marzo de 2014 en su mansión de Acapulco, luego de que viajara de Miami a la Ciudad de México a rendir su declaración ante la SEIDO, en una investigación que en un principio se instruía por el delito de lavado de dinero.
El 3 de junio del mismo año fue sujeto al primero juicio por el delito no grave, lo que permitió que enfrentara la acusación en libertad provisional mediante el pago de una garantía de alrededor de 89 millones de pesos.
Pero el 20 de octubre de 2014, al salir de un restaurante en Polanco, la PGR le ejecutó la orden de aprehensión por el delito grave y enseguida lo internó en el Reclusorio Sur, donde permaneció hasta la mañana de este jueves.
Durante el tiempo en que estuvo preso, Yáñez perdió buena parte de su fortuna, pues de poseer la naviera más importante de Latinoamérica, Oceanografía pasó a ser una empresa en concurso mercantil y otro de sus más importantes activos, el equipo Gallos Blancos de Querétaro, fue vendido a Grupo Imagen.
POR: REDACCIÓN