La Selección Mexicana hizo el ridículo en la Liga de las Naciones de la Concacaf porque, contra todo pronóstico, perdió 2-0 contra Honduras, partido en el que Guillermo Ochoa causó baja por lesión y que marcó el debut de Julián Quiñones.
El marcador se quedó corto, de hecho, y ahora el Tricolor tendrá que buscar la remontada el martes en el Estadio Azteca, en una serie en la que vale el gol de visitante, ese que anotó el equipo dirigido por Jaime Lozano.
Así que si Honduras marca de visitante, México estará obligado a ganar por al menos una diferencia de tres anotaciones (4-1, por ejemplo), si es que quiere ser semifinalista y clasificar de manera directa a la Copa América 2024.
Si México gana por idéntico marcador, habrá tiempo extra.
El rostro de Jaime Lozano, frío, desangelado, era la viva imagen de una Selección Mexicana cuyos jugadores se caían como pinos de boliche, mención honorífica para Luis Romo, a los que les hacían túneles inofensivos como a Jorge Sánchez y muy costosos como a Edson Álvarez, quien así permitió que progresara la jugada del segundo tanto.
Apenas Hirving Lozano mostró cierta rebeldía ante el extravío del Tricolor, con un par de disparos y alguna falta provocada cerca del área. Después del “Chucky”, fue una noche de terror en Tegucigalpa.
Memo Ochoa salió al 21′, tras una lesión en el hombro derecho por un choque contra Anthony Lozano. El sustituto, Luis Ángel Malagón, nada pudo hacer al 30′ cuando el “Choco” Lozano definió a contrapié y con la parte externa, al ganarle la espalda a César Montes.
De milagro el traspié no fue peor, primero porque Malagón desvió con el pie el balón a tiro del propio “Choco” y luego porque Jesús Gallardo sacó casi de la línea de gol la pelota, a tiro de Luis Palma.
Al 72′, Bryan Róchez cubrió bien la pelota en el área, ante la marca de Johan Vásquez, y superó a Malagón, la perfecta manera de culminar la extraordinaria acción de Jorge Álvarez, con túnel incluido a Edson.
Después de las loas por el partido contra Alemania, la Selección Mexicana otra vez regresó a los rumbos de los últimos años, sin que Santiago Giménez ni Raúl Jiménez ni el naturalizado Julián Quiñones puedan incidir cuando desde el planteamiento de Jaime Lozano ya se va abajo en el marcador.