Erika Sánchez Iriarte Ayala
La discapacidad es el resultado de la individualidad de un sujeto en relación con las exigencias que el medio le plantea. El tipo y grado de discapacidad impide que la persona se pueda valer por sus propios medios, viéndose obligada a buscar otras alternativas para satisfacer sus necesidades esenciales. Ante la pérdida de alguna estructura y función, el paciente desconoce lo que le va a suceder a partir del evento que desencadenó su discapacidad. Por lo que es importante darle información sobre su pronóstico, utilizando lenguaje claro y adecuado, con prudencia de no etiquetarlo y proporcionarle alternativas viables a su nueva situación para permitir su adaptación de la mejor manera posible.
Los problemas derivados de la interacción entre médico y paciente casi siempre suceden por la falta de comunicación. Para evitarlos, se debe promover un ambiente propicio para mantener abierto el canal de comunicación. Una vez identificado el problema, se recomienda conciliar los conocimientos de los valores de manera axiológica, subordinados al valor principal, que en el presente ejercicio sería la dignidad de la persona humana. Los valores secundarios serían la autonomía, la justicia y la solidaridad-subsidiaridad.
Los problemas bioéticos representan un reto, pero también son el motor para la realización de nuevos análisis a los casos que van surgiendo conforme el avance biotecnológico se está presentando. El investigar y generar conocimiento constante en esta disciplina del saber humano es de gran utilidad para el abordaje de estos casos. Las soluciones se presentan de manera argumentativa y pueden diferir significativamente de acuerdo al punto de vista con el que sean abordados, ya sea principialista o personalista por citar dos ejemplos. Enfocar la discapacidad desde el punto de vista de la diversidad funcional nos puede enseñar que la discapacidad no es resultado de diagnosticar una deficiencia, y nos previene de etiquetar al paciente como limitado para una actividad o con restricciones para su participación. Aquí es la sociedad quien tiene la responsabilidad de acortar la brecha que existe entre la persona afectada y la sociedad misma.
Medico especialista en Rehabilitación. Bioeticista.