El científico del siglo XX, John Von Neumann, alguna vez dijo que el tamaño finito del planeta se convertiría en una fuente de inestabilidad. A medida que la población aumente en números absolutos, que más seres humanos vivan en entornos urbanos complejos, y yo agregaría, y que emitamos más emisiones de gases de efecto invernadero sin lograr mitigarlos.
En definitiva, no hay mucho que esperar de la COP de este año (2023), pues casi es ya un hecho que rebasaremos el 1.5°C (ya hemos alcanzado el 1.2°C) antes del 2030, pues los esfuerzos globales no son los suficientes para detener el calentamiento global. Los impactos enormes en diversos países, los colapsos hídricos, las inundaciones o las olas de calor, aún no logran persuadir a los gobiernos, empresas y ciudadanos del grave problema del cambio climático que ya tenemos encima.
La incertidumbre se acrecienta cada día y lo que nos queda es aprender a gestionarla. Pues hoy en día, se tiene a la vista un evento como la próxima reunión mundial de Cambio Climático (COP 28), pero no hay certidumbre de la responsabilidad que se asumirá, por el contrario, ahora se habla de metas para el 2040 y 2050, o sea, que se va alargando más el tiempo, sin que se logre cumplir metas razonables para el corto plazo. Seguro se debatirá sobre el financiamiento que los países desarrollados y, que tienen mayor responsabilidad en la emisión de CO2, y que deben aportar a otros países, al igual que las metas de reducción de CO2 que habrán de pronunciar los países participantes.
O medidas como las que va a tomar la Unión Europea en torno a fijar aranceles de carbono (Mecanismo de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM) que es uno de los instrumentos clave del Pacto Verde Europeo, que entrará en vigor en una primera fase piloto de recogida de información en octubre de 2023 ,para pasar a aplicarlo a partir del 2026) a los productos importados de otros países sin una legislación climática equivalente a la de la UE.
O si se quiere, la transición hacia la electromovilidad para el 2030 o la generación de energías renovables.
Sin duda, son un conjunto enorme de medidas que hay tomar, pero la pregunta es ¿tenemos el tiempo y los recursos económicos para llevarlas a cabo? Y más aún, el compromiso de cumplirlas.
Hay en la actualidad una manifiesta inconformidad en la ciudadanía mundial e incluso acciones de protesta y litigios legales en los tribunales judiciales en contra de los gobernantes y empresas, sin embargo, sólo son una muestra más no logran cambiar la situación climática. El libro del Clima coordinado por Greta Thumberg (recientemente publicado en el 2023), es un grito al mismo tiempo de protesta y denuncia, pero también es un grito de esperanza. Y en sus últimas páginas enlista cerca de 30 recomendaciones que hay que hacer urgentemente. Pero llama la atención, cuando señala en su lista de recomendaciones, el “Admitir el fracaso” con relación a las ideologías políticas y sistemas económicos, rematando que ya hemos causado un daño irreparable a los sistemas que sustentan la vida. Pero también agrega que la crisis climática y ecológica es una crisis de desigualdad e injusticia social en tanto que los más afectados son quienes menos han contribuido al problema.
Frente a una problemática mundial de enormes magnitudes ya que cada día se utilizan alrededor de cien millones de barriles de petróleo; y se estima que cada minuto se subvenciona la producción y quema de carbón por un valor de once millones de dólares o que cada segundo se tala un área del tamaño de un campo de futbol.
La COP climática como una forma de gobernanza global, es quizá ya obsoleta, para transformar la dirección de colapso hacia donde vamos y sobre todo para lograr una verdadera responsabilidad de los gobiernos y empresas, por ello, hay que repensar las formas globales que permitan garantizar el cumplimiento de metas objetivas, es decir, no de lo que queremos sino de lo que hay que hacer en el presente, no hasta el 2050. Desde la perspectiva de Unión Europea, se plantea el “…fomento del diálogo, la mejora de la transparencia y la promoción de la cooperación mundial.” Y además y de forma específica “Seguir promoviendo la aplicación del marco de transparencia reforzada.”
Por su parte, los jóvenes expusieron en: La Conferencia Regional de Jóvenes para América Latina y el Caribe (RCOY por sus siglas en inglés) ha presentado en la Semana del Clima de América Latina y el Caribe el resultado de un trabajo de reflexión sobre los mecanismos que tiene la juventud para pedir más ambición climática. Conformada por más de 200 organizaciones juveniles, la conferencia ha desarrollado un proceso intenso para “pasar de la protesta a la propuesta”.
Como parte de la recomposición de la Gobernanza Climática los jóvenes se organizan para lograr una acción climática, ya que no están tradicionalmente representados en las negociaciones de las políticas nacionales, regionales e internacionales. Por lo cual demandan tener mayor capacidad de interlocución en el marco de la agenda global. Lo cual se concretiza en proponer medidas concretas para acelerar la acción climática involucrándose en la implementación de sus propuestas. Considerando, además, la construcción de mecanismos de cooperación intergeneracional. No obstante, las propuestas se centran en 4 ejes, a saber: Pérdidas y Daños; Biodiversidad; Finanzas Climáticas; y Transición Energética Justa.
Por otra parte, en la reunión realizada el 24 y 26 de octubre de 2023, denominada Foro de Ministros de Medio Ambiente de América Latina y el Caribe, podemos encontrar una propuesta que cabe dentro de la Gobernanza Climática como lo es: “transformar el sistema financiero global que promuevan recursos nuevos y adicionales para responder con justicia y equidad a la emergencia climática, con acceso facilitado a través de procedimientos de aprobación simplificados, sin agravar la crisis de la deuda soberana, ni comprometer los recursos necesarios para combatir el hambre, la pobreza y la desigualdad y asegurando una mayor influencia de los países en desarrollo en la gestión de los recursos para el financiamiento climático.”
Pero resulta un poco extraño que se realizaran reuniones previas a la COP 28, los días 30 y 31 de octubre en Abu Dhabi, y que fueron anunciadas como preparatorias de la COP 28, a la que asistieron 70 ministros y 100 delegados de varios países.
En el evento también se realizó la “Declaración Ministerial de la Coalición de Alta Ambición” sobre el balance global en la que se comprometieron a:
Acelerar la transición energética justa, equitativa y ordenada y reducir las emisiones antes de 2030.
Transformar la financiación climática cumpliendo viejas promesas y estableciendo el marco para un nuevo acuerdo sobre financiación.
Poner la naturaleza, las personas, las vidas y los medios de subsistencia en el centro de la acción climática.
Movilizarse por una COP inclusiva.
El documento que se elaboró en dichas reuniones fue firmado por 15 países, entre ellos España. Pero no hubo consenso entre los países europeos (por lo que la Unión Europea UE no firmó como bloque) debido al concepto «eliminar progresivamente la producción y el uso de combustibles fósiles» que se incluyó en el documento. Algunos países querían que la UE exigiera una eliminación gradual de todos los combustibles fósiles. De esta manera, se debería evitar que algunos países puedan seguir quemando carbón, gas y petróleo si utilizan tecnología para reducir o capturar las emisiones resultantes.
Antes de los hallazgos de Foster y la OMM (artículo publicado por Earth System Science Data Journal, del profesor Piers Forster de la Universidad de Leeds, en el cual se concluye que estamos muy cercanos a agotar el presupuesto remanente de carbono para estabilizar el incremento de temperatura en 1.5ºC al final del siglo, el cual resulta compatible con los datos e información proporcionada por la Organización Mundial Meteorológica OMM), la comunidad científica estimaba que alcanzaríamos el umbral de 1.5ºC en la siguiente década. Pero con el incremento de emisiones que hemos tenido en los últimos 3 años, los tiempos se adelantan y ya estamos sufriendo las consecuencias de un planeta más caliente (Es decir, que nos queda un presupuesto remanente para emitir 250 giga toneladas (GT) de bióxido de carbono antes de llegar al umbral de temperatura de 1.5ºC., empero, las concentraciones de CO2 en la atmósfera deberá mantenerse por debajo de 430ppm. Y hoy, las concentraciones están en 417ppm.).
El mundo está perdiendo la carrera para cumplir sus objetivos en materia de cambio climático, declaró el pasado martes el presidente (Sultan Al Jaber) de la próxima cumbre sobre el clima COP28. Tal declaración se produjo tres días antes de que Naciones Unidas publique su primer “balance mundial”.