Jesús Guerrero
A una semana de que el huracán “Otis” impactara en las costas de Guerrero, el éxodo de acapulqueños se ha acrecentado debido a la falta de servicios básicos y alimentos.
La familia Vázquez, que habitaba en la Colonia María de la O. de ese puerto, forma parte de los desplazados.Miriam Ariadna Vázquez Álvarez está parada afuera de la central de autobuses Estrella de Oro de Chilpancingo, a donde, afirma, arribó con otros 10 miembros de su familia, entre ellos dos bebés.
Mientras carga a uno de sus sobrinos gemelos, nacidos apenas hace seis meses, la joven espera el autobús que los llevará a Tlapa.
“Nosotros nos vamos con unos familiares de mi suegro que viven en Tlapa y allá estaremos mientras sepamos que haya lo más necesario para vivir en Acapulco porque ahorita no tenemos nada”, contó rodeada de decenas de personas que, como ella, tomaron lo poco que les quedaba y decidieron irse en lo que mejoran las condiciones de vida.
“Dicen que allá en Tlapa hace mucho calor, ¿verdad?, le pregunta una de sus familiares. “No sé, pero al menos ahora sí vamos a comer, para eso tenemos que buscar trabajo”, contesta.
Miriam afirma que a siete días del paso del huracán categoría 5, las familias de la Colonia María de la O., ubicada en lo alto de un cerro al poniente de Acapulco, no han recibido ninguna ayuda por parte del Gobierno.
“Me da risa lo que dijo el Presidente Andrés Manuel López Obrador de que ya hay despensas y suministro de luz en las colonias pobres porque todo eso es mentira, no hay nada”, reprocha.