GUSTAVO A. ALCOCER GAMBA
Lo sucedido en el bellísimo puerto de Acapulco, con una población actual de casi 800,000 habitantes según INEGI, en donde muchas de las familias hemos tenido la oportunidad de convivir de atrapar grandes y bellos recuerdos; inspirando a poetas, artistas, personajes emblemáticos para vivir ahí, o también escenarios de grandes eventos o películas, hoy nos muestra una trasformación radical, exhibiendo sus debilidades acumuladas de un sistema urbano y turístico, en una concatenación de malas decisiones e inversiones, ahora es un destino decadente de acuerdo con los datos de rentabilidad o competitividad turística, así como, una baja calidad de vida, del incremento en las amenaza de acontecimientos sorprendentes del crimen organizado en forma despiadada e ingobernabilidad y cinismo de la autoridad. Por otro lado, en el Índice de Competitividad Urbana 2022, Acapulco y Celaya están en el mismo nivel de Media Baja en Competitividad Urbana.
El protagonismo y lucro de los gobiernos en turno que ha tenido nuestro país por los agravios en la población y en particular por el desastre por causas naturales. Toma nuestra atención el evento del huracán Otis, el cual exhibió el status de la sociedad acapulqueña para enfrentar estas terribles adversidades, en donde el fenómeno natural extraordinario podríamos identificarlo como el Pretexto (Según la Secretaría de Seguridad Pública y Protección Ciudadana, paso en nueve horas de tormenta tropical a huracán categoría 5, sumando los cambios en su velocidad en su desplazamiento y trayectoria impactó en el Puerto de Acapulco, seis horas antes de lo previsto); el Contexto, es el tiempo (Con las manifestaciones del proceso electoral en el ámbito local, incrementando inéditamente la violencia, con un gobierno desdibujado para imponer la gobernabilidad), el espacio (modelo urbano anacrónico del puerto guerrerense de Acapulco, con un criterio de sus estructuras como si se tratara de la ciudad de México, ahí más su vulnerabilidad al índice ciclónico); y el Texto, es su población, (Inscrita en una sociedad liquida dominante, o sociedad con fuerte descomposición del tejido social).
A este fenómeno sin lugar a duda lo más cruel y peligroso vino después, la falta de servicios públicos, la falta de seguridad, organización ciudadana y especialmente la falta de comunicación anticipativa. Acapulco, después del impacto vivió un “miércoles negro” en donde la población se sintió abandonada por su gobierno. Por la presencia dominante del vandalismo, la rapiña, la confusión, la violencia, que tránsito de los espacios públicos, tiendas de autoservicio a las casas habitación. Continuando con la carestía, especulación en los precios de los alimentos y agua, en un claro vacío de la autoridad, la que el gobierno federal al parecer hacia un tour por la carretera del Sol, el gobierno estatal ausente recorriendo el puerto de noche, una vez terminando el día negro, y el gobierno local en forma inexplicable e inédita contesta a los cuestionamientos de esta crisis justificándolos como “cohesión social”, una salida social, entonces ahora entiendo el desmantelamiento de una clase política responsable y culta. Por un lado, y por el otro, la vulnerabilidad de su población, la pobreza en la que se haya, la forma de salir para revindicar desesperadamente sus agravios y la oportunidad de grupos para delinquir con gran permisividad para empoderarse del territorio. Esto explica la gran deformación política y social del puerto y si identificamos que según INEGI, la población no vulnerable, ni pobre es del 11.8 % (Plan Municipal de Desarrollo de Acapulco 2021-2024), es decir casi de 10 acapulqueños 1 no se encuentra afectado por su nivel económico, ahora entendemos que el 90% del Acapulqueño debe generar sus forma de subsistencia dado que el gobierno en su incapacidad lo declara como la salida social, esto es penoso, primero para el Acapulqueño y después para guerrerense o mexicano. Por lo que podríamos decirle a quién mide la afectación parta por ese 90% de población vulnerable que esta cautiva no sólo a los huracanes sino a su pobreza. De acuerdo con el IMCO-2023 el estado de Guerrero es la entidad de menor competitividad.
Estas expresiones críticas no son ajenas a lo cotidiano, si se intensificaron desproporcionadamente, pero habrá que reconocer que se crearon paulatinamente, dejando caer hasta estados de tolerancia críticos, desde el ciudadano, turista, autoridades y particularmente el empresariado, improvisando la solución a sus problemas y siendo permisibles a prácticas inapropiadas, formando lo que denomina Zygmut Bauman una “sociedad líquida” en complicidad en donde se desdibuja el compromiso de su relación interpretándose como actores de una modernidad, desde el ámbito familiar hasta en una sociedad vacilante. “envuelta en una bruma indefinida y que parece más bien a un rompecabezas desecho aventado en el espacio sin algún orden”. Se manifiestan en los cambios de consumos de sus servicios y productos, acelerando la informalidad de su economía, deformando la productividad del trabajador, propiciando excesos en el consumo o masificando a la oferta del consumidor, para compensar la baja calidad y capacidad del gasto del consumidor, induciendo a un perfil de convivencia para no perder la “rentabilidad del destino turístico”. Más aún con actual contexto en la diversificación de la economía y la competitividad global con otras opciones en los destinos de playa.
Se nos presentarán tiempos mesiánicos de coyuntura, miedos en actuar por la incapacidad de conocer el problema, intimidación por la ignorancia y la pobreza, la actitud líquida e irresponsable de los grupos y organizaciones sociales e instituciones públicas, así como, la incapacidad de llegar acuerdos para transformar su realidad por las divisiones y confrontaciones que desde gobierno se promueven para desmantelar la energía social, incluyendo a la oposición política y particularmente, la falta de valor para conducir a futuro promisorio, el que debe romper con el paradigma de aquel destino turístico que se conceptualizo desde 1940´s con el Presidente Miguel Alemán, hace más de 75 años, con algunas intervenciones o adaptaciones para tratar de actualizarlo o consolidarlo como es el caso de la Brisas de Acapulco en los 1950`s y posteriormente la apertura de la carretera escénica que permitirá incorporar a la llamada zona Diamante, hasta el aeropuerto. Este modelo urbano ahora da como resultado un puerto-metrópoli decadente socialmente y con baja rentabilidad, inspirada su agonía en la conglomeración o masificación del uso de los bienes o servicios públicos y el abuso del irresponsable del medio ambiente, con registros de contaminación graves en la bahía, invasión de los causes naturales y zonas de inundación entre otros.
Hoy Acapulco como la mayoría de las ciudades del país mantiene las políticas de inversión pública y privada en formas faraónicas de infraestructura particularmente en vialidades, fomentando un modelo de movilidad, promoviendo el uso vehicular y encriptando un sistema de transporte de pasajeros, en donde sabemos que casi el 80 de la inversión pública del gasto social, se destina para este tipo de infraestructuras como es el caso en Acapulco de los maxi túneles en 1994 y 2017 o el ACABUS conectando el Puerto con sus zonas conurbadas.
Esta situación advierte las grandes debilidades y permanentes amenazas de la población del Puerto y su zona conurbada, es momento de hacer una introspección o autocrítica desde los ciudadanos, dado que ellos son los depositarios tanto de su patrimonio como de su calidad de vida. Sin esperar experiencias más de otro desastre natural, o sorpresas de las finanzas públicas, o más pobreza, etc. Debemos comprender los activos estratégicos del desarrollo de acuerdo con los casos de éxito, que a nivel mundial existe. Son dirigidos a su capital social y humano permiten la competitividad y particularmente a la continuidad de las políticas públicas, la infraestructura basada en valores y particularmente el desarrollo de una sociedad y economía asociada al conocimiento.
Iniciaría por identificar la inteligencia colectiva que el porteño ha mostrado con grandes cualidades para su desarrollo, la capacidad de organización de la ciudadana para lograr sus aspiraciones, Reafirmar la responsabilidad institucional para ampliar con la ley y promover la calidad de vida de la población y la sostenibilidad del Puerto. Sin embargo, en contraste con la realidad actual tenemos una gran confrontación, reto que habrá que aplicar primero el reinterpretar la realidad del porteño, romper los paradigmas anquilosados y desgastados del actual modelo urbano y turismo, en reconocer la necesidad de la innovación de nuevos procesos y negocios turísticos, comerciales e industriales, de incorporar nuevas variables estratégicas para su desarrollo e incorporar actores claves que enriquezcan la fuerza e inteligencia y de reconocer que la realidad también es la comprensión de un futuro promisorio, en contextos de mayor diversidad, y con gran capacidad para construir y actuar desde lo local.
Esta experiencia nos dibuja algunos escenarios:
Indeseable: Los acapulqueños no logran una reconstrucción homogénea, su desigualdad se acentúa más después del huracán Otis, los servicios públicos son de baja calidad e insuficientes, después de dos años no se ha recuperado la población. Las nuevas disposiciones normativas no son respetadas por la población. Hay poca inversión privada, los recursos públicos se pulverizan en acciones no mesurables, con poca transparencia, el partido en el poder deja de atender el estado de Guerrero y Acapulco por sus pronósticos electorales poco favorables. Continua los crímenes e inseguridad, así como el cinismo de la autoridad al ser permisible a los delitos. Acapulco es la metrópoli más insegura de México. Propiciando una fuerte migración de capitales y población trabajadora.
Lógico. Los acapulqueños tendrán una reconstrucción cuando menos de 2 años en forma medianamente aceptable, estimulados por la desesperación de tener su oferta turística, con el encarecimiento de las nuevas normas constructivas, al tiempo de protagonizar los recursos públicos en la aplicación cosmética para la población, que también el partido en el poder hará lo propio para rescatar su confianza y credibilidad a la población utilizando los recursos discrecionalmente para el proceso electoral 2024. Acapulco se organiza como un destino más competitivo.
Deseable: Los acapulqueños se organizan mediante una organización ciudadana local propia constituyendo un plan con visión de futuro, una agenda propia identificando proyectos sostenibles, haciendo alianzas estratégicas con nuevos actores y formas de financiamiento, rompen con el viejo paradigma del desarrollo urbano-turístico; La nueva organización ciudadana administra y ejecuta los recursos para el rescate de Acapulco, su zona conurbada y municipios afectados; Implementan un sistema de innovación de procesos en los servicios públicos y normatividad urbana para construir un Smart City sin precedentes; Se constituye un Plan Estratégico de Reconstrucción de Acapulco y su Consejo, desde una visión de Reinterpretación de los valores universales, humanos, sociales, y ambientales. Se organiza una sociedad y basadas en el conocimiento. Constituyen una Agenda Local con visión global que es respetada y apoyada por los gobiernos estatales y federal. Se constituye un nuevo fideicomiso social para el desarrollo del Puerto de Acapulco y su zona Metropolitana. Tomando como capital semilla un nuevo programa para el financiamiento en contingencias y desastres naturales. Acapulco después de 12 años se muestra con un nuevo rostro, siendo el destino más competitivo de Latinoamérica.