La falta de apoyos en la zona de Renacimiento, uno de los accesos a este puerto, recrudeció el saqueo a bodegas de alimentos.
Decenas de personas ingresaron a la planta de La Costeña para sustraer miles de latas de distintos productos.
La rapiña se realizó frente a militares, que ya reportan un primer cansancio por el trayecto desde la Ciudad de México o Chilpancingo.
Los soldados se alistan para realizar trabajos de limpieza de las toneladas de escombros que hay en esta avenida que conecta a la Autopista del Sol con el Maxitúnel.
“Se va a hacer limpieza primero, no podemos contener a esa gente”, atajó un sargento del primer Batallón de Ingenieros.
A la situación crítica le sigue la falta de agua en el 90 por ciento del Municipio y energía eléctrica.
Además, la señal telefónica es otro dolor de cabeza para los habitantes del puerto.
La falta gasolina tiene a cientos de personas caminando, como la única forma de traslado. El transporte público esta paralizado.
“Estamos aislados, sin comida, sin luz ni agua. Nadie ha pasado aún por nuestras casas, necesitamos agua”, gritó desde su azotea el señor Alonso, en la colonia Postal, paso obligado de la Autopista del Sol a la costa.
Ante este escenario, el Ejército alista operación de cocinas comunitarias, albergues y la entrega de enseres domésticos.
En la Autopista del Sol, decenas de camiones militares y de la Guardia Nacional se dirigen al puerto desde Chilpancingo, en apoyo a las tareas de apoyo a la población civil.