La secretaria de Obras Públicas del Municipio de Querétaro, Oriana López Castillo, indicó que al momento, se tiene alrededor de un 11 por ciento de avance de la obra de construcción del Estacionamiento Subterráneo en el Mercado de la Cruz.
Este porcentaje, dijo, refleja que los trabajos se están realizando en tiempo y forma, con el objetivo de entregar la primera etapa del sótano y primera planta para a más tardar el 10 de diciembre, para permitir la reinstalación del Tianguis Dominical de este espacio comercial.
Y es que la funcionaria comentó que continuan registrando filtraciones de agua en lo que se lleva de avance, derivado de que desde el principio de la ejecución del proyecto, se ha trabajado con escurrimientos en la perforación.
“Tenemos un 11 por ciento de avance físico en la obra. Los escurrimientos nunca se han quitado; nunca hemos manifestado que no hay, es una zona, como lo he dicho desde el día 1, es la zona más baja que conecta casi al río, y por ende tiene cerros, como el Sangremal en donde está La Cruz, donde de manera natural hay escurrimientos en la zona”, resaltó.
Oriana López comentó que el que se siga presentando el flujo de agua no representa riesgos para este nuevo edificio y su cimentación; y garantizó que existen estudios que avalan la soportabilidad de la estructura.
“Trabajar con agua en una obra no es impedimento. Ha habido muchas construcciones alrededor del mundo, de México, donde se construye y se hacen cosas con agua, esta no es la excepción. Tenemos analizado todos los empujes que pueda dar este flujo de manera natural, que no altera las condiciones al día de hoy de nuestro sistema constructivo y de la estructura que va a soportar este estacionamiento”, explicó.
López Castillo reconoció que incrementó en los últimos días la filtración de agua, derivado de los trabajos de colocación de los pilotes de la estructura; los cuales están siendo protegidos con diversos materiales, para minimizar la humedad del terreno.
Además, la secretaria aseguró que el terreno no ha sido susceptible de hundimientos pese a lo pesado de la maquinaria que se encuentran haciendo la obra, entre pipas, camiones de volteo o la perforadora, entre otros equipamientos; donde algunos de ellos pesan hasta 7 toneladas.