El tricampeón Max Verstappen ya está en México y llegó en su avión privado al Aeropuerto Internacional Felipe Ángeles.
Alrededor de las 15:00 horas de este martes tocó tierra el jet de Verstappen, un Falcon-900EX color negro con vivos en naranja, de acuerdo con los reportes de rastreo de vuelos.
Aunque la mayoría de los pilotos llegan directo a la Ciudad de México, el equipo del neerlándés decidió aterrizar en el AIFA.
El valor del F900 de ‘Mad Max’ es de alrededor de 15 millones de dólares y se lo compró al magnate británico Richard Branson en 2020.
Otro que se salió del guion fue Lando Norris, de McLaren, quien llegó al aeropuerto de Toluca.
La mayoría de los pilotos ya están en la Ciudad de México de cara al Gran Premio de este fin de semana.
Este miércoles tendrán eventos sociales, con algunos patrocinios; el jueves estarán en el Autódromo Hermanos Rodríguez con sus equipos; y el viernes comenzarán con las actividades en pista, con las primeras dos prácticas libres.
Verstappen va por otra victoria en el GP de México.
Le espera frío a Max
La relación entre Max Verstappen y la afición no es la mejor.
Durante el Gran Premio de Estados Unidos, al neerlandés lo abuchearon y le corearon el nombre de su compañero Sergio Pérez mientras se entonada el Himno de los Países Bajos y recibía su trofeo, situación que no preocupa a Red Bull.
Al interior del equipo de las bebidas energéticas saben que los fanáticos mexicanos no han perdonado las acciones y comentarios del tricampeón hacia Checo, específicamente cuando se negó a devolverle la posición en el GP de Brasil 2022.
“No creo que Max vaya a tener la mejor recepción en México. El equipo respalda totalmente a Checo y a nuestros dos pilotos. Nos encanta correr en México, amamos a los fanáticos mexicanos, la pasión. Ese sitio es único. Así que tenemos muchas ganas de que llegue”, compartió Christian Horner, jefe de los austriacos.
“Estamos en contacto con muchos mexicanos. La mayoría de ellos son muy amables y honestos. Pero siempre hay algunos, digámoslo así, entusiastas, gente que no están muy contentos con el estándar deportivo que aplicamos”, agregó Helmut Marko, asesor de Red Bull.
Así las cosas, después de celebrarse el Gran Premio de Estados Unidos, las escuderías hicieron maletas y enviaron sus monoplazas a la Capital del País, los cuales llegaron esta mañana a bordo de 6 aviones Boeing 747. “En promedio, cada una de las aeronaves transportó 38 pallets con equipo de FIA, Fórmula 1 y las escuderías. También llegaron diversos aditamentos para la transmisión de televisión, lo que suma más de 50 toneladas de material necesario para llevar a cabo la carrera”, se puede leer en el comunicado del Gran Premio de la Ciudad de México.