Alejandra Benítez
En medio de un accidentado encuentro, Pumas perdió el invicto tras caer 1-0 ante Monterrey, en un duelo donde les faltó contundencia para culminar sus aproximaciones.
El partido arrancó mal para los Rayados que perdieron a Erick Aguirre por lesión al minuto 13, su lugar lo tomó Sebastián Vegas y el técnico, Fernando Ortiz buscó que su equipo resintiera lo menos posible la salida.
Como si fuera una maldición, seis minutos después Jordi Cortizo abandonó el partido por un esguince en la clavícula, luego de una mala caída.
En menos de 20 minutos los Rayados perdieron dos titulares lo que obligó al equipo a proponer menos y a replegarse para aguantar a la ofensiva auriazul.
Monterrey llegó a este duelo con 7 bajas, Omar Govea por suspensión y los lesionados Jesús Manuel Corona, Edson Gutiérrez, Stefan Medina, Germán Berterame, Joao Rojas y Sergio Canales.
Los Pumas batallaron para llegar al arco de los regios, que defendieron con 8 y hasta 10 elementos en cada aproximación.
En el primer tiempo, Gabriel Fernández y César Huerta tuvieron un par de opciones que no pudieron capitalizar.
Para el complemento, Rayados aguantó en su zona para no desgastarse y en cada jugada a balón parado metió a toda su gente para evitar alguna sorpresa.
Jugando al contragolpe, Monterrey encontró la mejor manera de hacerle daño al cuadro de casa y al 90’, llegó el gol de Arturo “Pocho” González quien dejó a la zaga auriazul con un palmo de narices.
A estas alturas del cotejo, las fallas de Juan Dinenno quien entró en el segundo tiempo y la de Rodrigo López pesaron como una losa.
Los universitarios se quedaron con 21 puntos mientras que Rayados llegó a 20.