Azucena Vásquez
Las transferencias del Gobierno federal a los estados y municipios se quedaron cortas en el primer semestre del año, por lo que se deberá echar mano de otros recursos, advirtió Moody’s.
La calificadora expresó que las participaciones federales representan en promedio 45 por ciento de los ingresos operativos de los municipios y 65 por ciento de los estados.
De enero a junio, las participaciones federales se ubicaron 6 por ciento por debajo del monto estimado en el Presupuesto de Egresos de la Federación (PEF) para dicho periodo.
La causa de esto fue una caída real anual de 44 por ciento en los ingresos petroleros, ante una disminución en el precio de la mezcla mexicana, explicó Moody’s.
El precio promedio del barril del petróleo mexicano en este periodo fue de 66.37 dólares, 30 por ciento menor a los 94.8 dólares del mismo lapso de 2022 y 3.4 por ciento abajo de los 68.70 que establece el PEF de este año.
Agregó que si bien el peso de los ingresos petroleros en la recaudación participable se ha reducido, la baja de los petroprecios, la revaluación de la moneda local y los apoyos a Pemex han impactado de forma sustancial los ingresos petroleros.
Moody’s consideró que ante esta situación, se deberá hacer uso del Fondo de Estabilización de los Ingresos de las Entidades Federativas (FEIEF) para reducir presiones de las administraciones locales.
El FEIEF es un fondo que compensa a estados y municipios cuando las participaciones son inferiores a lo establecido en el PEF.
En el primer semestre, la brecha entre el PEF y las participaciones distribuidas del Fondo General de Participaciones fue de 39 mil 144 millones de pesos, superando el saldo de 21 mil 848 millones disponible en el FEIEF al cierre de 2022, agregó.
Sin embargo, a principios de julio se inyectaron recursos al FEIEF por hasta 50 mil millones de pesos, dejando un amplio margen para cubrir la mayor parte del faltante en las participaciones este año respecto al PEF.
La activación del FEIEF podría dejarlo con un saldo limitado para cubrir brechas futuras, pero se puede repetir la potenciación de recursos, aunque no sería sostenible como práctica recurrente, alertó Moody’s.
“Consideramos que la potenciación del FEIEF se contabiliza como una obligación de deuda de los estados y municipios, ya que la mayor parte del pago de las obligaciones generadas por este mecanismo se descuentan con participaciones federales futuras”, enfatizó.
Anticipó que en el segundo semestre las participaciones estarán más alineadas con el presupuesto, pues el efecto base para los ingresos petroleros será más favorable porque el precio de la mezcla llegó a su pico en junio y luego empezó su tendencia a la baja.