- Presentan dos antologías de la poeta y periodista
- Improcedente sancionar a 5 diputados de Morena
- La disputa presidencial del 24: Claudia vs Xóchitl
- La rectoría 18 de la UAQ entre Amaya y Toledano
Irrepetible.
Paula de Allende, poeta y periodista homenajeada ayer por el Ayuntamiento capitalino con la publicación de un par de antologías sobre su obra, fue la primera feminista de Querétaro en los 70 y continuadora de la agitación cultural provocada por el rector de la UAQ Hugo Gutiérrez Vega, en una sociedad tradicional.
Casi 44 años después de su muerte recibió este reconocimiento oficial con la presencia de la secretaria de Cultura, Teresa García Besné y un grupo muy representativo de familiares y amigos. Ahí estaban su hijo Francisco Garza y Antonio Vilanova, el sobrino escritor, pero también Juan Antonio Isla, Lupita Ugalde y Diana Bàilleres, a quien Paula enviaba a comprar leche a la tiendita, porque a ella no le vendían.
A propósito de eso baste recordar que el inolvidable Salvador Alcocer, que hoy es estatua en el jardín de San Sebastián, dijo: “Paula como poeta, vivió como poeta. Los límites nunca los fijó ella. No es exagerado decir que la ciudad estaba espantada. Pocas personas he conocido que espanten tanto como Paula, y no me refiero al espanto de ver seres y personajes de otra vida, porque eso es una patología, sino restregarle a la gente en su cara su hipocresía, su mediocridad y su doble moral; curiosamente sus poemas no reflejan amargura, pero sí el dolor de amar, cosa bastante difícil de expresar.”
Mujer de luces, nacida en Monterrey en 1938, estudió sicología y derecho en la Ciudad de México, en donde hizo amistad con Abigael Bohórquez, Carlos Monsiváis, Juan Bañuelos, Alejandro Aura, Jorge Saldaña y otros personajes de la cultura a los que más tarde trajo a nuestra ciudad, en donde abrió su Galería de Allende y la Cueva de Qronopios.
Una de sus mejores y más duraderas obras es sin duda la Casa de la Cultura, instalada originalmente en la Casa de Ecala, nido de pintores de la talla de Julio Castillo y Gerardo Esquivel. Fue, en palabras del ex rector de la UAQ, Hugo Gutiérrez Vega, “una mujer ejemplar que se convirtió en el eje de la vida cultural de la ciudad y de la región”.
Su participación fue definitiva en el nacimiento de aquél periódico Noticias de Rogelio Garfias, en donde creó y dirigió la sección cultural “El ruido de las letras”. Ahí la conocí y gracias a ella pude participar como reportero en ese proyecto, hace medio siglo.
Amiga sensible y generosa, madrina de bautizo de mis hijos Sergio Arturo y Juan Armando junto con el periodista René Chambón, nos abrió las puertas de su casa en La Cañada, en donde el vodka era como agua de uso en veladas bohemias en las que su amigo Rogelio Garfias Ruiz ponía el sound track, lira en mano, con “Confidencias de amor”, “Cenizas” y “Reloj”.
Ya Hugo Gutiérrez Vega recordaba que “en torno a su hospitalaria casa de la Cañada, a su galería y a sus oficinas en la Secretaría de Cultura, giraban los artistas y los escritores. Paula organizaba talleres (Alejandro Aura iba frecuentemente a impartirlos), diplomados, homenajes, recitales, exposiciones y mesas redondas, Le tomaba el pulso a la cultura de la ciudad, informaba sobre lo que sucedía en el país y en el mundo y abría las puertas de la exposición o de la publicación a los jóvenes prometedores.”
Recién llegada, en 1969, ganó uno de los premios más importantes de la época: Primer premio a la poesía “Trazos de identidad para Querétaro” durante los XVII Juegos Florales, aunque su legado más completo está en el libro “Puerto de Abrigo”, publicado en 1976.
Mucho se ha escrito sobre Paula.
Florentino Chávez Trejo, otro de las glorias queretanas, expresó en 2005, en el Diario dirigido entonces por el autor de esta columna: “En efecto: nunca, entre los que vivimos de Querétaro, una mujer había abierto el corazón con tanta magia en su hermosa boca a la amistad y al poema embriagante de la noche como Paula de Allende, en los años setentas. Tampoco a la fecha un rincón mitológico, y una mujer se habían unido de tan íntima manera, como en el caso de La Cañada y la entrañable Paula. (…) Paula y La Cañada eran y podrían seguir siendo, indefinidamente, dos términos complementarios, llenos de significado o de sueños y pesadillas, en algunos casos: La Cañada de Paula – que tal vez eso encierre y bien, a partir de la misma poeta, el Allende de su nombre-, Paula de la Cañada”.
La obra de Paula, en palabras del poeta Juan Bañuelos “oscilaba como el péndulo exacto de un reloj entre el Advenimiento y el Vacío, rodeándola de una atmósfera donde se aliaban las más complejas y vertiginosas sensaciones del amor”.
Un derrame cerebral nos arrebató muy joven a la mujer que despertó a un Querétaro todavía resistente a las nuevas tendencias culturales, pero su huella permanece en las instituciones en que participó y su recuerdo en la memoria de quienes tuvimos el privilegio de conocerla.
Por eso celebramos la presentación de las antologías El Ruido de los tiempos y La errática vigila, editados por el Ayuntamiento de Luis Nava, coordinados por una de las mejores promotoras culturales que ha habido en Querétaro, la secretaria Teresa García Besné, con el apoyo de Margarita Ladrón de Guevara y Carlos Campos.
¡Un vodka, comadre!
-BLANCAS Y NEGRAS-
Exonerados.
Rechazó la Comisión Nacional de Honestidad y Justicia de Morena sancionar a los diputados locales en la LX Legislatura, reconociendo su libertad de votar libremente, como lo reconocen la Constitución y el Tribunal Electoral del Poder Judicial de la Federación, aunque la dirigencia estatal presidida por Rufina Benitez quiera quemarlos en leña verde o cuando menos expulsarlos por el resto de sus vidas.
Sea por haber avalado el crédito para energía y movilidad o cualquier otro asunto, el criterio del órgano sancionador de la 4-T no deberá variar: los diputados no pueden ser reconvenidos por sus palabras o decisiones. Esto, a querer o no, sienta un precedente y constituye un blindaje a favor de los legisladores de Morena para cuando venga lo que vendrá.
En Septiembre habrá definiciones claras de los principales partidos rumbo a la elección presidencial del 2024. Sheinbum o Adán Augusto son los consentidos de Palacio Nacional para encabezar “la defensa de la Cuarta Transformación”, aunque Marcelo Ebrard baile payaso de rodeo, caballo dorado o no rompas más…
Por el bloque opositor, el ni tan amplio Frente por México, al que según las encuestas todavía no le alcanza, todo apunta a la sorprendente Xóchitl Galvez -que estará aquí el jueves próximo- aunque todavía aparezcan Santiago Creel, Beatriz Paredes, Federico de la Madrid y otros.
En la renovación de la rectoría de la UAQ -a celebrarse en octubre próximo- hay varias cartas, pero todo apunta a que la lucha verdadera será entre dos proyectos, el de la directora de Química, Silvia Amaya Llano, cercana a la rectora Teresa García Gasca y el de Ingeniería, Manuel Toledano, empujado por el senador y ex rector Gilberto Herrera Ruiz.
En un segundo plano están Martín Vivanco, de Contaduría, que presume apoyo estatal (negado por el gobernador), Marcela Ávila Eggleton de Ciencias Políticas, que había arrancado bien y Guadalupe Zaldívar Lelo de Larrea, de Medicina, identificada como segunda opción del ex rector.
Guarde esta columna.
-LA FRASE DE LA SEMANA-
Exonerados.
“Sin rencores”: Juan José Jiménez, coordinador de la bancada de Morena en la LX Legislatura, en mensaje a la presidenta Rufina Benitez, luego de que la Comisión Nacional de Honor y Justicia del Movimiento falló a favor de los diputados.
¡Qué nobleza!
-JUGADA FINAL-
Cuatroteísmo.
A doña Rufina y la dirigencia estatal de Morena que no pudieron expulsar a sus diputados locales, un fulminante
¡Jaque Mate!