Dos de los pilares fundamentales para el desarrollo económico, sin duda son el agua y la energía.
El crecimiento en la demanda energética mundial, en los últimos años ha sido exponencial; provocando que las emisiones, el costo de los recursos energéticos y, la escasez de agua, hayan generado que los sectores productivos literalmente, hagan circo, maroma y teatro, para poder tener una mayor eficiencia en el uso de la energía; ya no se puede dar marcha atrás.
Hoy quien no maximice el recurso energético, tanto en el sector público, como en el privado, se estancará económicamente.
Y con el agua pasa exactamente lo mismo, ya no nos podemos dar el lujo de usar el agua potable solo una vez, para que alcance hay que reutilizarla todas las veces posibles; el abastecimiento, tema por el que gran parte de la población pelea, no es posible sin energía, de ahí el título de esta columna; la forma en la que el agua llega y se conduce, a través de las tuberías es a presión; y esa presión se logra, gracias al impulso de energía que se suministra para su transportación.
Y es aquí, donde encontramos el inicio de este binomio o relación dependiente entre agua y energía, recursos que hoy están en riesgo por la sobre explotación que han sufrido; la crisis se agudiza cuando comprendemos que esta relación se extiende, hacía la depuración de las aguas residuales, a la potabilización del agua, a la desalación; y a todos los procesos donde se requiere transportar el agua.
Por lo tanto, ante la crisis hídrica y energética, tenemos que innovar, hoy una de las mejores aliadas es la tecnología, las llamadas TICS (tecnologías de la información y comunicación) , son la mejor herramienta para optimizar el uso de la energía. Y, en el caso de las redes de distribución de agua igual, la tecnología, y la inteligencia artificial representan una gran opción para tener un ahorro energético para el abastecimiento del agua.
Y sin duda alguna, tenemos que apostarle al uso de energías renovables, que representan un ganar- ganar, en absolutamente todo.
Entender y comprender lo que la relación agua y energía implica, en todos los sentidos, es indispensable para generar conciencia y aplicar nuevas prácticas, para poder subsistir.