El llamado “Día Cero” en San Luis Potosí, por la falta de agua en la zona metropolitana, sólo es aplicable a la zona urbana, pues el estado en su conjunto aún tiene agua. Entonces ¿de qué se trata?, pues bien, se trata de un desabasto de agua urbana, y en adición, diré que también se enmarca en una aguda crisis ecológica (más que una crisis del agua) por la amenaza de escasez, su persistente contaminación, el agotamiento y sobreexplotación de acuíferos, entre otros fenómenos. Así tenemos que la crisis ecológica en general ha conducido a postular su origen a un nivel social y surge, de una forma histórica de producir-consumir-distribuir que desemboca en crisis. Sin embargo, diremos que la crisis del agua, por su parte, bien puede definirse como un conjunto de procesos de deterioro de la calidad y cantidad del recurso para la reproducción de la vida.
Pero también señalaré que el agua se ha contaminado, dañando los hábitats, y se agota para ciertos usos humanos, se sobreexplota o deteriora en su devenir de agua subterránea o superficial, que se manifiesta escasez; pero adquiere valor (económico) y precio; al final, se trata de un resultado social, que se transforma en mercancía, objeto de discordias que conducen a los conflictos sociales.
Bajo un panorama más amplio, se dice que en América Latina y el Caribe el objetivo de alcanzar una adecuada seguridad hídrica resulta de la mayor prioridad para los Estados, debido al relevante papel de los recursos hídricos en el desarrollo social y económico de los países. No obstante, la seguridad hídrica no alcanza los estándares considerados aceptables por las sociedades en la región.
Existe un conjunto de procesos hidrológicos, económicos y sociales que pueden agravar los problemas de seguridad hídrica, si no existen respuestas adecuadas. Y se estima que, la causa principal de la baja seguridad hídrica en la región está en la debilidad de sistemas institucionales, que se origina en:
- Deficiencias del diseño: La incapacidad del sistema para responder a las necesidades de desarrollo de los recursos o de su regulación.
- Deficiencias de Estado: Cuando los organismos estatales no tienen las capacidades ni recursos, ni facultades de control ni de implementación, para atender las funciones que les han sido encomendadas.
- Deficiencias de la actuación de los usuarios y del mercado: Cuando se les asignan funciones que no corresponden a su capacidad real.
Por ello, se insta a avanzar hacia una mayor seguridad hídrica que tiene un costo y existen diversas opciones respecto del balance entre los distintos objetivos, en un marco de recursos limitados, por ejemplo en:
- Definir prioridades, que varían en el tiempo, de acuerdo con el desarrollo socioeconómico y cambio en condiciones de oferta y demanda de agua.
Y por lo que respecta al diseño del sistema de gestión, es necesario enfatizar una perspectiva dinámica, prestando especial atención a:
- La efectividad de los procedimientos que permiten monitorear y detectar en el tiempo los cambios en seguridad hídrica producidos por causas hidrológicas, climáticas, sociales o económicas.
- El sistema encargado de elaborar una respuesta que atienda la amenaza detectada y los mecanismos o canales de retroalimentación. (Andrei S. Jouravlev, 2016, CEPAL)
Se insiste en que el crecimiento de las ciudades en el mundo trae aparejados problemas de escasez. En el pasado las grandes civilizaciones enfrentaron este problema. Y en la actualidad todas las grandes urbes nacionales con acelerado crecimiento demográfico tienden a la crisis del agua por abasto, contaminación y sobreexplotación. Consideremos que la cantidad de agua es la misma cumpliendo el ciclo hidrológico, pero ha cambiado su calidad a fines del siglo XX, la aceleración de extracción, la compresión en determinados sitios, así como los usos (del volumen de extracción anual en San Luis Potosí de 6.6 Mm3, un 4.5 para riego, 0.5 en uso doméstico- abrevadero, y 1.6 en servicio público-urbano) a lo largo del ciclo anual en los diferentes espacios o cuencas.
De esta forma, tenemos que se observa como fenómeno de crisis, el desajuste hidrológico a nivel de cuenca, que ha conducido a serios problemas de abasto regional. Una manifestación más de la crisis es el derroche en la agricultura y las áreas urbanas, asociado a la mala gestión del agua por el Estado y a la falta de cultura.
Lo descrito nos ofrece el conjunto de problemas, que ha dado en llamarse crisis del agua. No obstante, a ello podemos añadir otros aspectos críticos, tales como financiamiento, gestión, administración, etc., que hacen patente las dificultades con el agua.
La crisis como fenómeno social se manifiesta de diferentes maneras en el espacio y el tiempo, porque la naturaleza puede ser pródiga en agua para una ciudad, región o cuenca, y fallar al mismo tiempo en otro lugar si hablamos de crisis de abastecimiento. La crisis se entiende en tal sentido como un breve periodo de escasez que daña al ser humano y sus actividades en un espacio determinado. Sin embargo, al hablar de contaminación estamos frente a un proceso largo que paulatinamente afecta el recurso y que, en un momento dado, impacta en la salud de los seres vivos, la crisis del “Día Cero” en San Luis Potosí, es una crisis de abastecimiento, de contaminación (véase la información publicada por la Universidad Autónoma de San Luis Potosí UASLP del 26 de junio, 2023). En adición, la ciudad de San Luis Potosí, el 92 por ciento del agua se abastece mediante 122 pozos (Aunque se cuenta también con 467 norias y 3 manantiales. Y los pozos se perforan ya a 700 metros de profundidad, con un alto costo y riesgos como la contaminación por flúor, arsénico, metales pesados y microplásticos); algunos de ellos ya son obsoletos, y requieren modernización y mantenimiento. Se tiene una gran fuga de agua por redes obsoletas y sin mantenimiento. En otros casos, en el agua extraída se observan contenidos y compuestos químicos que pueden ser perjudiciales para la salud humana, y además, en la infraestructura (las presas) que almacenan y sirve para la distribución de agua urbana, presentan fallas. La crisis tan sólo se presentó hoy en el 2023, pues como lo señala la Universidad de dicho estado, desde “hace 40 años, no se hizo caso a los estudios científicos que se realizaron por encargo de la autoridad municipal de ese entonces” y urgió también, a realizar acciones prioritarias como la sectorización del abasto de agua y la puesta en marcha de una gran mayoría de plantas tratadoras que en la actualidad, no funcionan.”
Dentro de las propuestas que se han planteado se encuentran las siguientes: garantizar el derecho al agua, replantear la forma en que se administra el sistema de agua, diversificación de las fuentes, eliminar residuos y contaminación, incorporación de sistemas de drenaje sostenible, humedales construidos para la depuración de aguas crudas, sistemas de captación pluvial en áreas rurales, realizar la sectorización del sistema de distribución de agua para la zona metropolitana, aislar la red en los sectores propuestos y mejorar los equipos de bombeo, rehabilitar los tanques de regulación existentes y construir tanques adicionales de acuerdo a un plan de sectorización.
Y en cuanto a su relación de esta crisis con el cambio climático, las facultades de Ingeniería y Agronomía reportaron los escenarios de cambio climático a mediano plazo en la zona centro. Un análisis de los últimos 64 años reporta un incremento en la temperatura de cerca de dos grados y medio, lo que implica una mayor evapotranspiración, un incremento en la demanda de agua y una afectación en las zonas de recarga, asimismo, es necesario actualizar estudios hidrológicos para poder establecer políticas actuales, atender las presas actuales y ver qué nuevos embalses se pueden construir.
Como se puede observar, el “Día Cero” en San Luis Potosí, es nada menos que un ejemplo de Colapso, al que confluyen una serie de problemas de orden físico, biológico, químico, social, técnico, económico-financiero, de administración pública, de planeación, mantenimiento y finalmente, climático-ambiental.
De ahí la importancia de sentar las bases para corregir las trayectorias de colapso, pues de lo contrario, cruzaras la línea de no retorno o irreversible.
Y cuando puntualizamos que se trata de una crisis ecológica, es porque la relación entre humano y naturaleza se ha cuarteado y se expresa puntualmente, en este caso de San Luis Potosí, en una crisis hídrica.
Y lo que están haciendo en el municipio capital de San Luis Potosí, es sólo la atención a esta emergencia hídrica, pero lo que se necesita, es restablecer el equilibrio ecológico entre el ser humano y la propia naturaleza, lo cual llevará muchos años, mientras aparecerán los conflictos sociales y los negocios oportunistas que tratarán de obtener enormes ganancias con la venta del agua. En tanto en las redes sociales del organismo operador de Interapas se puede leer lo siguiente: #InterapasInforma. Esta mañana, se detectó acto de vandalismo en una bomba de paso para distribución de agua potable en la colonia Las Mercedes. Personal de Interapas ya se encuentra trabajando en la reparación, sin embargo, el suministro en la zona se puede ver afectado.
¡Denuncia cualquier robo o daño a la infraestructura para distribución de agua del que seas testigo!