POR: LA RAZÓN
Un hombre que admitió haber matado a casi 40 pacientes de hospitales murió en prisión luego de haber sido atacado en la cárcel, informaron las autoridades en Ohio, Estados Unidos.
Donald Harvey, apodado “El Ángel de la Muerte” luego de haber admitido los asesinatos en Ohio y Kentucky, cumplía varias cadenas perpetuas.
En 1987 Harvey se declaró culpable de matar a 37 personas cuando trabajaba como enfermero, la mayoría en hospitales en Cincinnati y London, Kentucky.
Luego dijo haber sido responsable de la muerte de otras 18 personas cuando trabajaba en un hospital para veteranos de guerra en Cincinnati. Le dijo a su entonces abogado que empezó a matar gente en 1970 en el Marymount Hospital de Kentucky.
Muchos de los pacientes sufrían padecimientos crónicos, y Harvey aseveraba que sólo quería ponerle fin a su sufrimiento. Usaba cianuro o arsénico para envenenar a sus víctimas, muchas veces mezclándolas en la comida. Algunos pacientes murieron asfixiados luego que Harvey dejó que sus tanques de oxígeno se vaciaran.
Fue detectado luego que un médico olió el cianuro al practicarle la autopsia a una de las víctimas. Harvey se declaró culpable para evitar ser sentenciado a muerte.
Los datos
- Un total de veintiún personas muertas por Harvey eran pacientes en el hospital antes llamado Drake Memorial Hospital en Cincinnati, donde Harvey trabajaba como enfermero.
- Harvey le dijo a un diario que le gustaba tener el control de quién vivía y quién moría.
- El hombre tenía 64 años de edad.
El ex fiscal Arthur Ney Jr., quien procesó los casos en Cincinnati, rechazó que Harvey quería poner fin al sufrimiento de sus víctimas. “Mataba porque le gustaba matar”, dijo Ney.