Casi 400 incendios, más de la mitad fuera de control, están devastando Canadá y han afectado considerablemente a la calidad del aire no sólo del país, sino también de Estados Unidos, en donde varias de sus ciudades quedaron envueltas en un capa de humo que ha obligado al presidente, Joe Biden, a pedir a la población que extreme cuidados.
A continuación, los aspectos más destacados de esta ola de incendios que el Gobierno de Canadá achaca al cambio climático.
Situación “aterradora”
El primer ministro canadiense, Justin Trudeau, no dudó en calificar de “aterradora” la situación que vive su país, azotada por alrededor de 400 incendios. Lo hizo en una comparecencia de prensa que dio junto a seis ministros, una muestra de la gravedad del problema.
Las autoridades han atribuido esta ola de incendios al cambio climático y han advertido de que, precisamente por ello, será una de las peores temporadas que se recuerdan.
En lo que va de año, son ya más de 2.200 los incendios producidos, los cuales han arrasado más de tres millones de hectáreas. La media de la última década era de 1.624 incendios y 254.429 hectáreas consumidas, según datos del Ministerio de Recursos Naturales.
Más de 26.000 personas han sido evacuadas de sus casas.
Quebec es una de las provincias más afectadas, ya que en su territorio se cuentan unos 160 fuegos, la mayoría de ellos fuera de control.
Problemas para respirar
En Canadá, el humo generado hizo sonar las alarmas en Toronto, la mayor población del país, en donde los residentes deben abstenerse de pasar tiempo el aire libre. En Ottawa, la capital, la calidad del aire se encuentra en su nivel más bajo.
Hasta el fin de semana pronostican las autoridades que seguirá la situación. Será entonces cuando la previsible llegada de un frente de bajas presiones renovará el aire.
La alerta por la calidad del aire debido a los incendios forestales que asuelan Canadá se extendió este miércoles a más de cinco estados de EEUU, cuyos residentes se despertaron en medio de la bruma ocasionada por el humo.
Las autoridades han alertado a la ciudadanía de las “peligrosas” condiciones del aire y han pedido que se limiten las actividades al aire libre.
En Nueva York, una de las primeras ciudades en recibir las partículas finas suspendidas que viajan desde el norte del continente, el aviso por la mala calidad del aire se mantendrá “varios días”. El comisionado de Sanidad, Ashwin Vasan, pidió a los neoyorquinos que eviten salir a la calle, salvo que sea “absolutamente necesario” y recomendó el uso de mascarillas como la N95.
Además, el Servicio Nacional de Meteorología (NWS) emitió una alerta de “clima peligroso” por la calidad del aire en el sur de Maryland, Carolina del Norte, y en Virginia.
El humo de los incendios canadienses ha llegado también hasta Washington, la capital del país, donde también se ha declarado la máxima alerta por la calidad del aire por primera vez en más de 10 años, informó el diario The Washington Post.
Implicación de Biden
El presidente estadounidense, Joe Biden, ofreció el primer ministro canadiense, Justin Trudeau, su “apoyo incondicional” para responder a la ola de incendios forestales.
Hasta el momento, EEUU ha enviado a Canadá a unos 600 bomberos para combatir las llamas y Biden ha ordenado que se usen todos los recursos federales necesarios para la extinción de los incendios que ya impactan a ambos países.
Durante la conversación telefónica que tuvieron ambos mandatarios, los dos reconocieron “la necesidad de trabajar de forma conjunta para responder el impacto devastador del cambio climático” que está detrás del incremento de los incendios en Canadá, según el Gobierno canadiense.
Trudeau y Biden también hablaron sobre el impacto que el humo de los incendios está teniendo en la salud de millones de personas en Canadá y Estados Unidos.