Escribir sobre la trayectoria y vida de Araceli Ardón ha sido un reto. Es conductora del programa de entrevistas “Visión de vida” en Radio y Televisión Querétaro; escritora, docente, maestra y exquisita promotora de la cultura. Para plasmar su legado y gran trayectoria, la pasión que tiene por el mundo de la literatura y el arte, tendríamos que escribir un tomo completo.
Amante de la historia, sobre todo la de Querétaro, como la participación de los corregidores en la conspiración de la independencia que se realizó en las Casas Reales; el tema que actualmente le interesa. Ella nos cuenta: “Cuando escribes un libro, vives mentalmente en esa realidad en cada minuto libre. Caminas, manejas, comes, realizas tu trabajo, viviendo en el mundo que compartes con amigos y familia, pero tu mente tiene resquicios, líneas de tiempo o puntos de fuga que se llenan con pensamientos y emociones relacionados con la creación literaria. Sin dejar de hacer tus actividades, piensas en la trama de tu novela, en la vida de tus personajes, en sus diálogos, y escuchas las voces e historias que darán vida a nuevos libros. Para mí, es un gozo”.
Charlando en un café, nos cuenta su vida: desde pequeña fue ávida lectora y había devorado todos los libros a su alcance, de grandes autores como Charles Dickens, Julio Verne, Emilio Salgari, Alejandro Dumas; libros que se leían en los años 60 y 70, se transportaba a otros tiempos y lugares; vivía vidas ajenas como si fueran propias. De esta manera multiplicó sus vivencias, sensaciones, pensamientos, emociones, porque además de estar viviendo los propios, simultáneamente vivía las experiencias de los personajes de los libros, yendo con ellos a lugares muy lejanos, en épocas distintas.
La posibilidad de disfrutar la ficción debería comenzar desde edades muy tempranas. Una persona es capaz de abstraerse del mundo que le rodea para entrar en un mundo paralelo. El libro es un vehículo para escapar o recrearse en esas historias. El lector puede salir de su mundo real y entrar en esa realidad de universos infinitos.
Nos comenta que Vargas Llosa habla de la realidad real y la realidad de la ficción, donde existe también el paso del tiempo, sus reglas físicas, sus atmósferas, los problemas de tipo político, económico y social, que afectan la vida de los personajes. En la realidad de la ficción, tienes que aceptar sus reglas y tienes que dejar tu incredulidad fuera del libro al leer las primeras páginas y con tus ojos poder descifrar esas letras, hacer tuyas las palabras y creerles, tal como hacemos en la puerta del cine.
“El escribir requiere de compromiso de hacer de la palabra un oficio, sólo así se puede llegar a la propia naturaleza de la escritura, donde no existen los autores de bronce, todos al final son humanos de carne y hueso, como nosotros frente una hoja en blanco”: Emilio Castelazo, conductor del programa de televisión Crónicas de una Odisea.
Todo aquel que escribe es un escritor; aceptar, identificar la esencia de esa vocación y asumirnos como tales nos obliga a ser mejores, dominar la técnica, conocer el idioma, ser más elocuentes, entender el vocabulario, llegar al lector y entender los movimientos que existen en el mercado editorial, qué se usa en este momento en cuanto a temas o formatos, qué hay en el mundo editorial que atrapa y cautiva a los adultos, jóvenes y niños en diversos géneros que han cobrado tanta vigencia. Los diversos libros que existen hoy en día son inacabables.
“Mi llamado inició con la oportunidad y el placer de vivir con mi esposo Eduardo en Cambridge, él estaba estudiando en el MIT y yo tuve tiempo libre después de que dejé mi alma mater, el Tecnológico de Monterrey, Campus Querétaro, donde estudié comunicaciones y posteriormente trabajé como profesora. En Boston, me dediqué a tomar clases de posgrado en literatura hispanoamericana en la Universidad de Harvard en 1984 y 1985. Fue uno de los mejores regalos de la vida. Carlos Fuentes durante dos años fue mi profesor y su enseñanza es un estímulo cotidiano que me lleva a escribir. Estar en contacto con ese hombre políglota, diplomático, que estuvo incursionando en guiones para cine, teatro, novela, ensayo, prólogos para libros de arte, columnas periodísticas, también analista de tesis a nivel doctorado, embajador de México en Francia, él y otros profesores me enseñaron que sí es posible ser escritor. Cuando conoces a la persona de carne y hueso, a esos profesores que ganaron el premio Nobel, vistiendo pantalón de mezclilla, que no son celebridades en esa ciudad y que te abren su conocimiento y enseñanzas, te abren la puerta para crear tus propias historias.
“Eliminar el ruido, buscar otros horizontes, o mejor aún, salirse de este mundo, todo esto a través de las palabras de la literatura. A veces, leer puede ser una diversión más; en otras, puede ser un bote salvavidas en medio del océano”. Emilio Castelazo.
A su regreso a Querétaro, dio cursos de literatura y español para extranjeros en el ITESM y de ahí ha sido docente para más de 15 universidades de Estados Unidos. Por lo tanto, ha vivido como profesora de literatura en California y en Oregon.
Araceli ha realizado libros de arte, apoyando varios proyectos de tipo cultural para el rescate del patrimonio cultural, como fue el convento de Santa Clara. Colaboró en el rescate del patronato fundado por Diego de Tapia en 1605 para que su hija María Luisa del Espíritu Santo, monja clarisa de la Ciudad de México, pudiera venirse con su congregación a establecerse en Querétaro y tener un subsidio y un apoyo para que el convento progresara; eran cinco manzanas del Querétaro de hoy, era una ciudad dentro de otra ciudad, pero que se perdió con las leyes de Reforma, las leyes de manos muertas. La expropiación de los bienes del clero destruyó una buena parte del convento de las clarisas. A través de la Fundación DRT se rescataron obras de valor histórico del siglo XVIII, entre ellos un tríptico de 15 metros cuadrados de óleo sobre tela que esta en el coro alto de Santa Clara.
“Querétaro ha sido mi patio de recreo, un museo vivo, me interesa la historia de Querétaro para la escritura de una novela, vivo en una ciudad llena de tesoros. Cuando la escudriñas, te impresiona la trascendencia de los personajes que han vivido aquí, la historia ha sido constituida por una serie de eventos; si los analizamos, nos identificamos con la ciudad y estamos en la posición de trascender.
Es una caminante de Querétaro, disfrutando de nuestros bellos amaneceres y rojos crepúsculos del sol, viendo el día a día de cómo se despierta la ciudad y de ahí salen varios cuentos de su autoría: Falsos silogismos de colores, centrados en mujeres y con una portada que tiene un óleo sobre tela del artista Restituto Rodríguez Camacho, pintor de San Juan del Río, con una edición de Ana Paula Zárate Ardón; El arzobispo de gorro azul, la novela Historias íntimas de la casa de don Eulogio, todos ubicados en Querétaro.
Este patrimonio que ha acumulado con el tiempo, al ser ávida lectora y escritora, ha dado una infinidad de frutos, reconocimientos y premios nacionales e internacionales entre los más destacados:
Obtuvo el primer lugar del Premio Nacional Rosario Castellanos en 1988.
Fundó la editorial Comunicación del Centro.
Directora de la Fundación DRT.
Fue, junto con Elena Poniatowska, una de las primeras escritoras en participar en el Festival Internacional de Escritores y Literatura en San Miguel de Allende, al que ha seguido asistiendo, ofreciendo conferencias y talleres.
Ha publicado seis libros de narrativa, biografía y compilación de ensayos. Prologado y editado veinte libros y publicado en Estados Unidos, Canadá y Panamá.
Dirigió el Museo de Arte de Querétaro, después de diez años de trabajar de forma honoraria en este centro de arte y cultura, enclavado en el antiguo Convento de San Agustín, de 1999 a 2006. Organizó alrededor de 200 exposiciones temporales y supervisó la realización de cientos de actividades cada año. En el año 2000 tomó el diplomado de Gestión de Museos y Patrimonio Cultural en el Museo de América en Madrid, con una beca del Ministerio de Educación y Cultura de España.
Profesora de literatura por más de 40 años, en universidades de México y Estados Unidos.
Ha participado en nueve organismos sin fines de lucro cuyo objeto social es cultural. Obtuvo la medalla “Junípero Serra” por sus aportaciones a Querétaro, otorgada por el Congreso del Estado en 2006.
En Estados Unidos fue reconocida con la membresía honorífica Sigma Delta Pi, por su contribución a la difusión del idioma castellano.
Miembro de la Mesa Directiva de Interamerican University Studies Institute, con sede en Eugene, Oregón.
Miembro fundador del Consejo de la Comisión Estatal de Derechos Humanos de Querétaro, en el que colaboró durante dos periodos.
Miembro de la Asociación EXATEC de Querétaro.
Miembro del Patronato de la Orquesta Filarmónica de Querétaro.
Miembro de la Asociación Mundial de Mujeres Periodistas y Escritoras (presidenta del capítulo Querétaro 1990-1995). Miembro de la Asociación de Amigos del Museo de Arte de Querétaro (presidenta 1995-1999).
Miembro de la Corresponsalía Querétaro del Seminario de Cultura Mexicana (presidenta 2000-2006, 2010-2014).
Miembro de Sigma Delta Pi, Sociedad Nacional Honoraria Hispánica.
Miembro de American Literary Translators Association (ALTA).
Miembro de Consejo del ITESM Campus Querétaro.
Sus redes sociales: Instagram Araceli_ardon, YouTube y Facebook Araceli Ardon, página web www.araceliardon.com.