En el Municipio de Polotitlán, Estado de México, siete personas resultaron heridas debido a la explosión de un ducto de Pemex que presentaba una fuga provocada por una toma clandestina.
La explosión se registró en la comunidad de El Tesoro, en el norte de la entidad mexiquense, misma que fue apreciada hasta la Autopista México-Querétaro, a la altura del kilómetro 135.
De acuerdo con fuentes estatales, el siniestro fue por la toma clandestina que utilizan grupos criminales para robar el hidrocarburo.
Habitantes de la zona de Celayita fueron evacuados por autoridades de Protección Civil, quienes se trasladaron al punto para contener la emergencia.
En el lugar todavía se encuentran laborando paramédicos y bomberos de Aculco, Polotitlán y San Juan del Río.
El Gobierno estatal detalló que cinco personas fueron atendidas ahí mismo por quemaduras leves y otros dos hombres fueron trasladados al Hospital General de Pemex, en Tula, Hidalgo.
En los internados, se encuentra un individuo de 49 años de edad con una herida en el hombro derecho y lesiones por radiación en la mano derecha. Además, hay otro hombre de 41 años con lesiones por radiación en el cuello y la mano derecha.
No se reportan personas fallecidas.
El combustible extraído ilegalmente se comercializa impunemente en carreteras federales, especialmente en las rutas México-Querétaro y México-Puebla.
La mayoría de los puntos de venta se encuentran entre Jilotepec, Estado de México, y la caseta de Palmillas, en Querétaro.
Los vendedores ofrecen el producto robado en recipientes de 25 litros de capacidad. Los huachicoleros venden cada litro a 13 pesos, en contraste con los 23 pesos que se pagan en las gasolineras.
Sin embargo, la cantidad mínima que los huachicoleros venden es de 25 litros.