Jesucristo como buen pastor y como buen maestro nos educa y nos enseña a redescubrir el amor y el tesoro que en él se encuentra, así lo mencionó El obispo de Querétaro Mons. Fidencio López Plaza invitando a estar con el padre, con el hijo y con el Espíritu Santo pues recordó el sentimiento de -sentirse huérfano- que de acuerdo con el, está tan presente en el mundo de hoy.
“La peregrinación en esta vida termina cuando estemos en el padre, solo esta conciencia de hijos que no son huérfanos podremos vivir con paz entre nosotros. Las guerras tanto pequeñas como las grandes tienen siempre una dimensión de orfandad, falta el padre que haga la paz (…) porque si no hay padre, no hay hermanos, son La Paz, respeto y mansedumbre las actitudes de pertenencia a una familia que está segura de tener a un padre” mencionó.
En este sentido, recordó a “La Cultura del Encuentro” como uno de los mensajes más importantes que entabló con el Papa Francisco luego de su visita al Vaticano misma que inicia saludando al hermano y abriéndole las puertas de la casa para caminar junto a él.
Entre otros factores que abrazan este acompañamiento se encuentra: saludar al hermano y no pasar de largo; sentir que el hermano nos necesita y nosotros necesitamos de él; ofrecerle lo que puede necesitar de urgencia para cubrir sus necesidades.
“El que no camina se tuye, se paraliza y termina muriendo; la iglesia es para caminar, sino caeremos como la bicicleta, sigamos los pasos de Jesús y vamos a reconocernos en los hermanos haciendo la cultura del encuentro y tejiendo tejido social”.
Por otra parte, durante el marco de la Fiesta Patronal por el santo de la Virgen de Fátima y Confirmaciones en la Parroquia de Fátima, en el municipio de Corregidora, este 13 de mayo López Plaza encabezó la celebración eucarística con motivo del Sacramento de la Confirmación que recibieron más de 20 niños este fin de semana en compañía de el Padre Jorge Rodríguez Escobedo como del decano y el Padre Laureano López Saloma.
Por último, celebraron la admisión de 6 hermanos seminaristas a la orden sagrada.